Pau García Milà lleva emprendiendo desde los 18 años. Dos décadas de éxitos, como Ideafoster; y algún que otro proyecto que no salió igual de bien. Durante la pandemia, se quedó “atrapado” en Nueva Zelanda con su mujer y de ahí surgió la idea de crear Founderz.
Hay que formarse en inteligencia artificial, porque el coste a largo plazo de no hacerlo, es demasiado elevado
He hablado con él para que me cuente cuáles son las claves del éxito en el emprendimiento y cómo se consigue firmar un acuerdo con Microsoft que te abra las puertas del mundo corporativo.
Me contesta desde el aeropuerto, con la solvencia de quien no solo se sabe la lección, sino que se dedica a crear vídeos casi todos los días [es un fijo en mi feed de TikTok]. Y su mensaje es muy claro: hay que formarse en inteligencia artificial [IA], porque el coste a largo plazo de no hacerlo, es demasiado elevado.
El coste de no formarse
García asegura que aprender a manejar la IA es fundamental: “El año pasado pusimos una pancarta en Madrid para anunciar una iniciativa que hicimos con Microsoft que decía Formarse en IA es gratis, no hacerlo es caro”.
Porque, según sus palabras, habrá pocas personas que puedan trabajar sin conocimientos de IA. Por eso, su recomendación es formarse desde ya. Lo ilustra con un ejemplo: “Cuando aparece IKEA, no significa que todos los artesanos de la madera se queden sin trabajo; significa que la mayoría de ellos lo perdieron”.
Le pido que, como emprendedor con 20 años de experiencia, dé un consejo a quien quiere empezar un proyecto: “Yo he empezado diferentes proyectos, muchos no han ido, no han salido, algunos han ido mal. Pero algunos han ido muy bien. Mi consejo es que no esperes a un momento concreto. Al final, las ideas duran muy poco y y lo importante no es la idea, es la ejecución. Todos los momentos son buenos, todos tienen cosas buenas”.
La idea
Él encontró su momento para crear Founderz cuando le pilló la pandemia en Nueva Zelanda junto a su mujer, Anna. Ambos habían decidido dedicar dar la vuelta al mundo tras la venta de Ideafoster, “para plantearnos qué queríamos hacer en el en el futuro”.
Y no solo se quedaron “atrapados” en aquel país, sino que también se enteraron de que Anna estaba embarazada: “No había forma de volver a España y pensamos que si esa iba a ser nuestra realidad unos cuantos meses o o incluso más -si el bebé nacía allí-, queríamos aprender cosas”.
Falta de soluciones
“Me interesaba mucho la IA en la parte más técnica y me di cuenta que era muy difícil formarse en remoto estando en Nueva Zelanda”, por la imposibilidad de adaptar los horarios en la formación síncrona y la falta de calidad de la asíncrona.
“De ahí salió la idea de Founderz, que al final es una compañía tecnológica y una escuela, porque la mayoría de los esfuerzos se dirigen a crear tecnología”.
Asegura que el objetivo es que esta formación “sea diferente, que sea inclusiva, que permita que gente que tiene otros horarios pueda ser parte del proceso. Es como imitar la calidad que tendrías en una escuela normal de negocios, pero en online”.
Éxito en las formaciones
Ahora, han formado a más de 250.000 personas: “La mayoría son profesionales de entre 30 y 50 años de muchas profesiones distintas desde periodistas, hasta médicos, ingenieros, consultores que no tienen un background de programación y que quieren prepararse”.
Founderz hace un esfuerzo especial en el uso responsable de la IA. Cuentan con cursos gratuitos sobre el tema y han creado, junto a Microsoft, un manual sobre el tema: “que sepamos, es el único que hay en el mundo”.
Peligros de la IA
Según explica, “el mayor peligro que hay hoy en día con la IA es que le demos un uso irresponsable. El deepfake da miedo”. Él mismo ha creado con IA un vídeo en el que explica que ha creado un partido político y pide el voto. “Si salgo yo, no le importa a nadie, pero si en lugar de mi cara aparece la de Pedro Sánchez, sí. En el futuro, habrá cosas que hayan pasado que nos convencerán de que nunca han sucedido y habrá cosas que no han pasado que creeremos que sí”.
Y asegura que el papel del periodismo será fundamental: “Lo que vamos a necesitar justamente son más periodistas. Yo creo que al final el periodismo evolucionará hacia una especie de protección de la verdad. Es decir, alguien que investiga si algo ha ocurrido o no. Va a haber tanto ruido que una forma de protegerse va a ser tener fuentes de análisis de la verdad y esas fuentes tienen que ser humanas”.
Protegerse
Advierte de que, hoy en día, con 10 segundos de audio de una voz, se puede clonar para hacer todo tipo de deepfakes. Algo que, “es muy barato” y supone un riesgo muy elevado. Explica cómo le mostró unos audios falsos generados con IA a una jueza: “Me dijo, "Pau, yo esto en juicio lo doy por válido porque un perito lo dará por válido también". Esto da mucho miedo porque significa que da por válido algo que podría no haber ocurrido”.
Y augura que “vamos a tener que aprender a convivir con esto. Cuando abres la caja de Pandora, ya no la puedes volver a cerrar. Y la IA siempre irá por delante que cualquier tecnología de detección”.
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