Seguro que has recibido un mail que te pide que no lo imprimas para proteger el medio ambiente y has pensado entonces que un libro en papel debe de ser peor. Así que entonces pensarás que si todo el mundo leyera libros electrónicos, sería un alivio para los bosques y la naturaleza. Pero no es del todo cierto.

Plantar bosques para hacer papel

Desde hace años, no sólo se recicla el papel para evitar talar más árboles de los necesarios. Además se plantan árboles con criterios de sostenibilidad ecológica y económica para que nunca falte la materia prima que además de los libros, necesitan millones de envases y embalajes. Y eso es bueno, porque la producción de papel, en lugar de acabar con los bosques, los está multiplicando. Y lo que es mejor, cada nuevo bosque es una central productora de oxígeno natural, obviamente, que contrarresta las emisiones de CO2. Resulta que gran parte de esas emisiones de CO2 vienen producidas por aparatos electrónicos como ordenadores, tablets y eBooks.

Contamina más leer un eBook que imprimir un libro

Ahora, termina de asombrarte con este dato. Según un estudio llevado a cabo por el Royal Institute of Technology KTH (Kungliga Tekniska Högskolan), leer las noticias on-line durante 30 minutos supone un 20% más emisiones de CO2 que leer un periódico en papel. Además, cabe destacar que las emisiones podrían ser mas elevadas, ya que el estudio considera que el periódico en papel se lee solo una vez y no considera las emisiones producidas en las etapas de fabricación del ordenador y el monitor. Lo mismo ocurre que en el caso de la enseñanza mediante libros de texto o a través de documentos electrónicos.
El impacto sobre el calentamiento global en soporte papel es casi diez veces menor que el uso de la correspondiente documentación electrónica aunque incluso cuando el ordenador utilizado es de bajo consumo de energía. (Enroth, 2009).

Los árboles que serán libros, sirven para más cosas

Por ejemplo en España, 430.000 Ha. de plantaciones de bosques existen y se mantienen gracias a la actividad papelera.  A diferencia de lo que ocurre con la plantación de bosques para la producción de Aceite de Palma, la madera usada para fabricar papel no es madera noble ni de especies exóticas, tropicales, ni robles o encinas. Se usan maderas de árboles de crecimiento rápido como el pino y eucalipto fundamentalmente, que se cultivan en plantaciones forestales.
Estos cultivos que son el 2,5% de la superficie arbolada y que de no ser por la industria papelera no existirían, absorben y fijan al año 7.5 millones de Tm. de CO2.
Además, estos cultivos contribuyen al desarrollo rural creando puestos de trabajo para la repoblación y silvicultura. Cada Tm. de papel supone un incremento de 6 nuevos árboles. Estas plantaciones son sumideros de CO2 pero además han supuesto una importante fuente de regeneración de espacios naturales degradados por catástrofes naturales como inundaciones, terremotos, etc. e incluso por la propia acción del ser humano, como los incendios forestales (MARM, 2010). Más información en Antalis.