“La experiencia de la pobreza es mucho más amplia que la carencia de ingresos”. Así explica el concepto de “pobreza multidimensional” Nicolai Suppa, profesor del departamento de Econometría, Estadística y Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona Centre d’Estudis Demogràfics (CED) - CERCA , EQUALITAS y Oxford Poverty and Human Development Initiative (OPHI).

Suppa acaba de publicar un artículo titulado Dinámica de la pobreza multidimensional en España y otros países europeos, en el Observatorio Social de la Fundación “la Caixa”.

Es muy probable que las personas que tienen una carencia, tengan otras

Pobres multidimensionales

“Hay una correlación consistente que demuestra que es muy probable que las personas que tienen una carencia, tengan otras. La mala salud puede estar relacionada con un mal empleo, con problemas de integración social, etc. Eso significa que hay estructuras sociales que fomentan que las carencias se concentren. Una persona que sufre un número crítico de carencias al mismo tiempo es una persona que vive en pobreza multidimensional”, explica.

Por eso, la este tipo de carencia “va más allá del aspecto financiero, que suele medirse en términos de ingresos y gastos”. Este modelo tiene en cuenta también “dimensiones como la nutrición, la educación, la exclusión social, las condiciones laborales, calidad del trabajo, participación social, respeto a uno mismo, etc.”.

España no ha sido capaz de reducirla como otros países europeos

Pobreza multidimensional en España

En su estudio, mide la situación de las personas a través de indicadores de privación que miden diferentes dimensiones del bienestar humano, como la salud, el hogar, el empleo y el nivel de vida.

Según sus datos, “la incidencia de la pobreza multidimensional en España asciende a un 15% y apenas varió durante el periodo de observación 2016-2020”.

Una situación muy diferente a la de otros países europeos, que han sido capaces de reducirla en ese mismo período en hasta 5 puntos porcentuales.

Y afirma que “se han producido mejoras en algunos aspectos concretos, pero en general, no ha mejorado tanto”.

El objetivo es captar las carencias que están más directamente relacionadas con el bienestar humano

Más que redistribución

Suppa asegura que este tipo de carencias no se resuelven con una redistribución de la riqueza. Aunque matiza: “Eso no significa que los ingresos no sean importantes. Por supuesto que lo son, pero las carencias no monetarias son igualmente importantes para el bienestar de las personas, pero no son lo mismo que el bienestar. Queremos medir más allá de ellos y de los consumos”.

Según su investigación, “los ingresos significan cosas distintas para personas diferentes, dependiendo de si eres madre soltera, si eres mayor y tienes mala salud, si estás en una zona rural o en una ciudad,… Lo que estamos intentando es calcularlo de forma correcta”.

Es decir, “el objetivo es captar las carencias que están más directamente relacionadas con el bienestar humano”.

¿Qué es la pobreza multidimensional?

“Esta medida es relativamente nueva, pero en realidad muy comúnmente empleada en paradigmas de desarrollo en países en el Sur Global”, detalla. “Utilizamos encuestas generales de los hogares, que proporcionan datos sobre diferentes dominios de la vida, lo que nos permite entender qué sucede con las personas a lo largo del tiempo”.

Por eso, la medición de estas situaciones "nos permite contar con un grupo de indicadores que nos transmiten cosas. Una de ellas es que podemos identificar las personas que sufren múltiples carencias a la vez. Tener mala salud, con desempleo, falta de integración social…”.

En todo el mundo

Suppa nos cuenta que este índice “no es tan común en Europa, pero ha sido adoptado ya en más de 30 países, en Latinoamérica, sudeste asiático y África”.

De hecho, la Multidimensional Poverty Peer Network [red de pares de la Pobreza Multidimensional] agrupa a 61 países y 19 organizaciones, entre las que se encuentran el Banco Mundial o el PNUD [el programa de desarrollo de las Naciones Unidas].

Y el índice de pobreza multidimensional global, liderado por el PNUD y la Iniciativa sobre Pobreza y Desarrollo Humano de la Universidad de Oxford (OPHI), recoge estimaciones sobre 110 países.

En la agenda

El investigador resalta la importancia de este tipo de mediciones: “Queremos que se incluya en la agenda del interés público, de los medios, los políticos, las asociaciones y demás”.

Un modelo de análisis que permite conocer su verdadera realidad y profundidad: “No queremos que se utilice solo el PIB como medida del crecimiento. También hay que tener en cuenta la evolución de la esperanza de vida y educación, por ejemplo”.

Soluciones a la pobreza multidimensional

En el plano de las soluciones, reconoce que “no existe una bala de plata, una única medida que pueda solucionar todos los problemas. Pero creo que hay varios aspectos en términos de soluciones que pueden ser eficaces”.

Lo primero es “tener en cuenta que no se trata de un problema que afecte a un solo departamento de un ministerio. No se circunscribe a Educación o Empleo o Salud. Lo que se necesita es la cooperación y la coordinación de medidas entre departamentos. Es complicado, pero potencialmente es como puede ser eficaz”.

Pone el ejemplo de “una madre soltera con un salario bajo y un apoyo social relativamente bajo [por ejemplo, en términos de cuidado infantil o recursos financieros], que quiera mejorar su educación para incrementar sus ingresos en el futuro. El curso debería tener en cuenta esa situación en términos de apoyo financiero, curriculum, agenda, cuidado infantil, logística y otras cuestiones prácticas. Si no, es muy poco probable que ni siquiera se inscriba en ese programa educativo. Finalmente, también imagino cómo esa situación puede complicarse por una mala vivienda o por una mala salud. Por eso, es necesaria una labor coordinada que mejore su vida de forma integral”.

Otro aspecto importante es que “el análisis nos permite buscar sus causas, la de las múltiples carencias. Hace que dirijamos nuestra atención hacia cuestiones estructurales, más que solo en la redistribución de dinero. Está claro que la redistribución tiene que ser parte del plan, pero no lo es todo”.