El teletrabajo tiene una mayor incidencia entre los profesionales altamente cualificados (54 %), los que viven en pareja (38 %) y los que tienen hijos a cargo (38 %).

Esta es una de las principales conclusiones de la investigación llevada a cabo por Lidia Farré, investigadora de la Universitat de Barcelona e IAE-CSIC, junto a sus colegas de la Universitat de Barcelona, Marta Curull y Laia Maynou. Las tres han publicado recientemente un artículo que resume su estudio en el Observatorio Social de la Fundación “la Caixa”, bajo el título Teletrabajo después de la pandemia.

La economía española tiene quereducir la importancia de la presencialidad

¿Teletrabajamos menos que antes?

En nuestro estudio, nos preguntamos por qué no es una práctica más común o por qué escuchamos que está desapareciendo o que se están reduciendo significativamente las cifras con respecto al período inmediatamente después de la pandemia. O decir que actualmente las cifras son inferiores a lo que se esperaba, pero son superiores a las de antes de la pandemia durante la pandemia.

Yo creo que una asignatura que tiene pendiente la economía española es la de reducir la importancia de la cultura de la presencialidad. Parece que pasar horas en la oficina tiene un retorno.

De hecho, España ha sido tradicionalmente uno de los países en los que se trabajan más horas de la Unión Europea. Sin embargo, en términos de productividad, no es más alta. Tenemos esta tendencia a pasar muchas horas en la oficina, quizá por el hecho de que no te puedes ir a casa antes de que se vaya tu supervisor, etc.

¿Qué tiene que cambiar para que haya más teletrabajo?

Quizá uno de los obstáculos para que el teletrabajo no tenga cifras más altas sea esta importancia que el mercado de trabajo español da a la presencialidad.

Aparte de cambiar la cultura, quizá también hay que cambiar la manera en que se fijan los objetivos o cómo se retribuye a los trabajadores. Que no se tenga en cuenta si están en la oficina, sino si cumplen o no con los objetivos o los resultados de su trabajo.

Aquí hay todo un trabajo por parte de los departamentos de recursos humanos de las empresas para hacer este cambio cultural.

Trabajar desde casa ahorros en dinero y en tiempo

¿Qué impacto tiene quedarnos en casa durante la jornada laboral?

Preguntamos, de entre quienes teletrabajan como mínimo un día a la semana, que valorasen algunos aspectos asociados a él. La más valorada, tanto en mujeres como hombres, es que facilita el equilibrio entre vida profesional y personal. También que supone ahorros en dinero y en tiempo. Ahorran en restauración o en el desplazamiento al puesto de trabajo.

Mejora el bienestar, porque ahorras recursos que puedes invertir en actividades que te hacen sentir mejor, como estar con tu familia, cuidar de tus hijos, ir al gimnasio o aumentar el tiempo que dedicas al ocio. Por tanto, es un aspecto que se valora de forma positiva.

Muchos reconocen que son más productivos. En algunos estudios, se demuestra que la presencialidad en el lugar de trabajo tiene beneficios como la interacción con compañeros o el intercambio de ideas; también es cierto que en el caso de trabajar desde casa, si lo haces con las condiciones adecuadas -no como durante el confinamiento, sino en un entorno tranquilo y sin interrupciones-, puedes trabajar con mayor concentración y esto quizá explique que los trabajadores que teletrabajan también reconozcan que el teletrabajo podría estar teniendo un impacto en su productividad.

Los trabajadores están dispuestos a renunciar a no más del 10% del salario a cambio de teletrabajar

¿Nos gusta teletrabajar?

Hicimos un experimento. Planteamos a las personas que elijan entre dos opciones de trabajo ficticias. Y variamos de manera aleatoria algunos parámetros, como la opción de poder teletrabajar o no, así como el salario.

"Los trabajadores están dispuestos a renunciar un poco su salario, no más del 10%, a cambio de tener la posibilidad de trabajar desde casa", explica. Cuanto más lejos esté su puesto de trabajo de su hogar, cuanto mayor es el tiempo que tienen que invertir las personas para llegar a su puesto de trabajo, más alta es la probabilidad de que acepten un puesto de trabajo que incluya la opción de teletrabajar. Es decir, están dispuestos a aceptar un trabajo que esté lejos de su casa, si tienen la opción de teletrabajar al menos un día a la semana.

¿Hacemos más labores de casa si no nos vamos a trabajar?

Las mujeres, con independencia de si teletrabajan o no, declaran dedicar más tiempo a las actividades domésticas que sus parejas. Pero, en el caso de los hombres, la participación parece que es mayor entre los que teletrabajan [30%], que los que no [18%].