Octubre es el mes “urbano” para Naciones Unidas. Arranca el primer lunes [este año, hoy], en el que se celebra el día mundial del Hábitat; y culmina con el día mundial de las Ciudades, el 31. Por el camino, se llevarán a cabo actividades y campañas de concienciación sobre la importancia de la urbanización sostenible.
Como señala la propia ONU, este fenómeno “presenta algunas de las oportunidades y retos más significativos de nuestro mundo hoy”. Por eso, el foco de esta edición se pone en las personas jóvenes, que “son cruciales para construir un futuro más igualitario y sostenible”, como destaca António Guterres, secretario general de la institución.
El objetivo es apoyar e involucrar a la juventud también en la toma de decisiones
Decisiones jóvenes
El máximo representante de la ONU asegura que debemos “apoyar a la juventud en todas partes, incluida en la toma de decisiones; y crear ciudades en las que puedan prosperar las personas de todas las edades”.
El lema de este año deja bien clara esa apuesta: “Involucrar a los jóvenes para crear un mejor futuro urbano”. El objetivo es conseguir “la participación activa de los jóvenes en la configuración de ciudades y comunidades sostenibles”.
Su “energía, creatividad y perspectivas” deben servir para que “las ciudades pueden trabajar hacia un desarrollo más sostenible y equitativo, que garantice un futuro mejor para todos”.
Tenemos una acuciante necesidad de una planificación urbana integradora y un desarrollo sostenible
Mundo urbano cada vez más poblado
Según datos de esta institución, “el mundo se está urbanizando a gran velocidad”. Las ciudades están cada vez más pobladas de gente joven, “especialmente en algunos países de África y Asia”. Actualmente, “los jóvenes del Sur global constituyen el 70% o más” de los núcleos urbanos".
Para 2050, sus previsiones apuntan a que aproximadamente 7 de cada 10 habitantes del mundo vivan en ciudades, “lo que pone de manifiesto la acuciante necesidad de una planificación urbana integradora y un desarrollo sostenible”.
Desigualdad y cambio climático
La ONU afirma que, “a pesar de los esfuerzos mundiales”, seguimos retrasados en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible [ODS], “especialmente en lo que respecta a la pobreza, la desigualdad y la inminente amenaza del cambio climático”.
Aunque casi la totalidad de ellos están directamente relacionados con las ciudades, el número 11 se centra específicamente en ellas: “Ciudades y comunidades sostenibles”.
El problema
La ONU destaca que “aproximadamente 1.100 millones de personas viven actualmente en barrios marginales o en condiciones similares en las ciudades; y se espera que en los próximos 30 años haya 2.000 millones más”.
Una situación que tiene múltiples orígenes: “Muchas no están preparadas para esta rápida urbanización; y el desarrollo de la vivienda, las infraestructuras y los servicios se ve superado, lo que provoca un crecimiento de los barrios marginales o de condiciones similares”.
Por eso, grandes problemas como “el crecimiento urbano descontrolado, la contaminación atmosférica y la escasez de espacios públicos abiertos persisten en las ciudades”.
Progresos
Las Naciones Unidas afirman que “desde la implementación de los ODS en 2015, se han realizado grandes progresos y, a día de hoy, el número de países con estrategias nacionales y locales de reducción del riesgo de catástrofes se ha duplicado. No obstante, siguen existiendo problemas y, en 2022, solo la mitad de la población urbana mundial tenía acceso al transporte público”.
Por eso advierten: “No es posible alcanzar el desarrollo sostenible sin transformar significativamente la forma en que se construyen y gestionan los espacios urbanos”.
Retos
Los retos más urgentes a los que se enfrentan son “la desigualdad y los niveles de consumo urbano de energía y de contaminación”. Según sus datos, “apenas ocupan el 3% de la superficie terrestre, pero suponen entre el 60% y el 80% del consumo energético y el 75% de las emisiones de carbono”.
Además, muchas de ellas “son más vulnerables a los efectos del cambio climático y a los desastres naturales debido a su elevada concentración de población y a su ubicación, por lo que mejorar la resiliencia urbana es crucial para evitar pérdidas humanas, sociales y económicas”.
Estos problemas nos afectan a todos, porque “la desigualdad puede generar malestar e inseguridad, la contaminación deteriora la salud de la población y afecta a la productividad de los trabajadores y, por tanto, a la economía, y los desastres naturales pueden alterar el estilo de vida de las personas”.
Y, por otro lado, “la contaminación del aire no es solo un problema urbano que perjudica la salud de millones de personas, sino que también afecta a los pueblos y las zonas rurales”.