En el seminario organizado por la Fundación Naturgy, celebrado en Bruselas, se ha alertado sobre las consecuencias de la calidad el aire en las ciudades, la coordinada de Contaminación Atmosférica y la Salud Urbana de la OMS, Nathalie Roebbel alertó, “los efectos combinados de la contaminación del aire ambiente exterior y del doméstico causan alrededor de 7 millones de muertes prematuras cada año, por el aumento accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cáncer de pulmón e infecciones respiratorias agudas”.

“La deficiente calidad del aire en la UE representa un coste anual de 24.000 millones de euros”, según Daniel Calleja, director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea.

El 91% de la población mundial respira aire contaminado y más de 3.000 millones de personas cocinan con fuentes energéticas contaminantes en sus casas. Las ciudades del mundo están creciendo rápidamente, y por ello las políticas para mejorar el aire urbano deben hacer frente a esta mayor exposición de las personas que viven en entornos urbanos. Es necesario un liderazgo global, coordinación entre los diferentes sectores sociales y las organizaciones intergubernamentales, planes nacionales y locales y, sobre todo, que la salud esté en el centro de las políticas urbanas.  Roebbel hizo un llamamiento a las instituciones públicas para invertir más en medidas de prevención, que hoy apenas representan un 4% del gasto en salud pública.Además, se destaca la necesidad de establecer medidas adecuadas para cada ciudad, y se debe tener en cuenta que hay una relación coste-beneficio en contra de los resultados esperados, de esta manera, considerando, los hábitos de las personas en su día a día, las necesidades de estos, las características geográficas y climáticas y las alternativas tecnológicas y de combustible que deben permitir una mayor sostenibilidad según el uso que se le a cada ciudad.

“No hay una solución única para tratar de mitigar la contaminación en las ciudades, que proviene principalmente del tráfico rodado, por lo que es imprescindible analizar con detalle cada área urbana para aplicar las medidas óptimas que permitan alcanzar los resultados deseados de reducción de emisiones contaminantes”, añadía María Eugenia Coronado, directora general de la Fundación Naturgy.

Además, se destaca la necesidad de establecer medidas adecuadas para cada ciudad, y se debe tener en cuenta que hay una relación coste-beneficio en contra de los resultados esperados, de esta manera, considerando, los hábitos de las personas en su día a día, las necesidades de estos, las características geográficas y climáticas y las alternativas tecnológicas y de combustible que deben permitir una mayor sostenibilidad según el uso que se le a cada ciudad.

En este sentido, Daniel Calleja, director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea (CE), que ha participado en el seminario haciendo la apertura, resaltando que se ha producido una mejora de la calidad del aire en las zonas urbanas, gracias a las acciones que se han llevado a nivel europeo, nacional, regional, local y por parte del sector privado. “La UE, la deficiente calidad del aire causa 400.000 muertes prematuras y supone un coste de 24.000 millones de euros cada año, También recordó que la calidad del aire es la segunda preocupación de los ciudadanos de la UE, sólo por detrás del cambio climático”, aclaraba Calleja. Por ello, la Comisión Europea ha iniciado un proceso de evaluación regulatoria de la legislación medioambiental.

Los casos de Berlín, la Lombardía y Madrid

Martin Lutz, el jefe de Gestión de la Calidad del Aire en el Departamento de Medio Ambiente, Transporte y Protección del Clima de Berlín, presentó los resultados de “No diesel without a filter”, un programa que muestra los niveles de partículas de la capital alemana, los cuales se han reducido considerablemente. Pero a pesar de ello, Berlín, hoy sigue luchando por cumplir la normativa al igual que el resto de las ciudades europeas. Además, se han incumplido normas de control de emisiones de la UE, en vehículos de diésel, y a esto se le añade la creciente presión para que se actúe con rapidez en las sentencias de los tribunales alemanes.

Por su parte el subdirector de Energía y Cambio Climático del Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Juan Azcarate, explicó que “el Plan de Madrid para la Calidad del Aire y el Cambio Climático (Plan A) tiene por objeto promover vehículos más limpios en sectores clave que tienen un impacto significativo en las emisiones derivadas del tráfico rodado”. Debido a que en la capital el transporte en la principal fuente de contaminantes atmosféricos y de emisiones directas de gases de efecto invernadero. Con todo esto el Plan A, ha incluido acciones para una movilidad de bajas emisiones, que permitan a Madrid alcanzar los objetivos propuestos.

En el marco del Plan A, “tenemos el compromiso local para conseguir una reducción del 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes del tráfico rodado en 2030 con respecto a 2012”, afirmó Azcárate

Guido Lanzani, jefe de la Unidad de Calidad del Aire de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de la Región de Lombardía, explicó que las características orográficas y meteorológicas de la región determinan unas condiciones de dispersión muy deficientes, y a pesar de una tendencia significativa a la disminución de las emisiones durante años, a menudo se supera el límite diario de partículas y el límite anual de NO2.

Objetivos del seminario

El objetivo de este seminario es promover un debate con el conocimiento de expertos de las distintas materias, para contribuir a una mejora por parte de la ciudadanía de las implicaciones que tiene un uso eficiente de la energía, así como la gran importancia que tiene la contaminación el aire en nuestras vidas.