El pasado mes de enero, la tormenta tropical Ana golpeó Malawi, un país del sureste africano con unos 20 millones de habitantes, de los cuales un 35 por ciento son analfabetos, cifra que se eleva al 41 por ciento en el caso de las mujeres. Hoy, más de 190.000 personas que perdieron sus casas o huyeron de ellas, siguen desplazadas dentro del país, en lugares que a menudo carecen de las necesidades básicas”.

En otras naciones, como Sudán del Sur, Níger, Mauritania o Camerún se producen situaciones similares, provocadas por las inundaciones o por la sequía.

Según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados [ACNUR], se estima que una persona ha sido desplazada por un desastre cada segundo, con un promedio de 22,5 millones de personas desplazadas por el clima o por eventos relacionados con el clima entre 2008 y 2016.

“El cambio climático es la crisis que define nuestro tiempo y los desplazamientos causados por los desastres son una de sus más devastadoras consecuencias. Pueblos enteros están ya sufriendo el impacto, pero las personas vulnerables que viven en los países más frágiles y afectados por conflictos son las que a menudo se ven afectadas de forma desproporcionada”, explica esta institución.

ACNUR prevé que “el cambio climático llevará a las personas a una mayor pobreza y desplazamiento, lo que exacerbará los factores que conducen al conflicto, haciendo que las necesidades y respuestas humanitarias en tales situaciones sean aún más complejas”.

El clima de la Tierra está cambiando ahora más rápido que en ningún otro punto de la civilización moderna

Redefiniendo el mundo

Por supuesto, no es la única institución que advierte sobre el impacto del cambio climático en los desplazamientos de personas: “La crisis climática está redefiniendo nuestro mundo; el clima de la Tierra está cambiando ahora más rápido que en ningún otro punto de la civilización moderna”, señala la Casa Blanca en su Informe sobre el impacto del cambio climático en la emigración [Report on the Impact of Climate Change on Migration].

El documento incluye previsiones que estiman que el cambio climático puede provocar que casi un tres por ciento de la población [más de 143 millones de personas] en tres regiones [África Subsahariana, sur de Asia y Latinoamérica], tenga que abandonar su país de origen de aquí a 2050.

Como señala la Casa Blanca, “hasta la fecha, esta movilidad ha sido principalmente interna y, de forma progresiva, un fenómeno urbano, en la que muchas de esas personas desplazadas y migrantes se dirigen a las ciudades”.

Sin embargo, “la tendencia cada vez más rápida de desplazamiento global relacionado con el impacto climático está incrementando los movimientos transfronterizos”, en especial en las zonas en las que este se une a conflictos armados.

La medida en que conclusiones basadas en datos históricos serán válidas en el futuro es debatible

Estimaciones complicadas

Por su parte, Klaas Lenaerts y Simone Tagliapietra, investigadores de Bruegel, señalan que el análisis de la literatura publicada al respecto sugiere que “la migración desde los países en vías de desarrollo en respuesta al cambio climático crecerá, pero será principalmente interna o hacia países vecinos”.

Pero, como ellos mismos señalan, “la medida en que conclusiones basadas en datos históricos serán válidas en el futuro, es debatible. Muchos países de renta baja y media han prosperado desde el comienzo de este siglo, lo que puede haber tenido un efecto de disminución de la migración”.

Y no solo eso, también “la globalización ha facilitado la migración al crear redes de migrantes en países de la OCDE, que pueden dar apoyo a aspirantes a migrantes, tanto desde el punto de vista práctico, como desde el financiero”.

Los autores citan estudios que sitúan en 25 millones el número de personas desplazadas en 2050, hasta otros como el de la Organización Internacional para la Migración, que eleva la cifra hasta los mil millones. Su conclusión es que “nadie sabe realmente cuánta gente se moverá”, aunque “200 millones es una cifra aceptada”.

El mayor impacto en Europa se producirá en los países más al sur

Europa

Existen pocos estudios sobre la migración relacionada con el clima en Europa y la que hay es “inconclusiva”, según estos autores: “no predice efectos a gran escala y cualquier migración que se produzca será principalmente rural-urbana”, aunque no se descartan otros cambios significativos en regiones concretas.

No obstante, y a pesar de que “la mayoría de las personas desplazadas no viajan lejos”, parece “razonable esperar un número mayor de llegadas a Europa si el cambio climático dispara la inestabilidad y los conflictos sobre los recursos en las regiones adyacentes”. Dentro del continente, “se prevé que solo las regiones más al sur vean emigración a ciudades cercanas o de otros países de la UE, lo que puede que requiera una respuesta por parte de esta institución”.