La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha hecho pública este miércoles una denuncia de Unió de Pagesos y el bufete de abogados Redi ante la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC) en la que se reclama una investigación y, si procede, una sanción a Mercadona, Lidl y Bonpreu por alineamiento de precios.

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La Unión denuncia así a tres cadenas por haberse probado precios idénticos en la venta del cartón de leche de vaca UHT de marca blanca, como mínimo, durante tres años y cuatro meses consecutivos, concretamente, desde la semana 51 de 2018 a la semana 12 de 2022.  Tras la presentación de la denuncia, se ha ampliado la información hasta llegar al seguimiento de los precios de la semana doce de este año.

Con el fin de acreditar la denuncia, la organización ha aportado como indicio principal una recopilación semanal de precios de venta al público que coinciden con las tres empresas señaladas, tanto en el momento exacto en que se produce cada variación de precio como en el importe de las mismas. Es así como de estos datos puede derivarse la posible existencia de comportamientos presuntamente estratégicos, voluntarios y continuados que pondrían en entredicho la autonomía de las denunciadas, unas actuaciones que las otras distribuidoras del sector habrían replicado en cuanto a la venta de leche semidesnatada y desnatada de marca blanca.

La organización defiende que estas presuntas prácticas concertadas o conscientemente paralelas consistentes en fijar precios y el abuso de la posición de dominio colectivo que supuestamente ejerció Mercadona, Lidl y Bonpreu vulnerarían varios preceptos de la Ley 5/2007 de Defensa de la Competencia. En el caso de hacerlo, lo harían, especialmente, a expensas del eslabón más débil: de los productores de leche, debilitando así su poder de negociación a la hora de establecer el precio final del producto, lo que provocaría el cierre de las granjas pese a que en condiciones normales resultarían rentables.

Unión de Uniones insiste así en que la distribución debería hacerse responsable del alimento que pone a la venta, asegurando a la par la trazabilidad y el etiquetado.

De la misma manera, la Unión Europea, tal y como señala la organización, está legislando para evitar que se produzcan escenarios como este, donde el valor de la cadena alimentaria no se repercute equilibradamente entre los distintos operadores hasta llegar al punto en el que el estado del sector sea crítico.

Posible vulneración de la Ley de cadena alimentaria

Es así como las consecuencias de operar en esta dirección se han transformado en una reducción del entorno competitivo y la adquisición de mayor fuerza para negociar con la industria lechera. Un sector que ha trasladado en varias ocasiones la presión al ganadero, a quien le ha impuesto precios muy por debajo, incluso, en algunos casos llegando a ser muy menores a los costes de producción. Cabe tener en cuenta que esta es una práctica que vulnera la Ley de cadena alimentaria, detalle que consta en la denuncia.

Es necesario resaltar que el hecho de que el sector productor no disponga de beneficio, le supone la imposibilidad de invertir en mejoras en la explotación para aumentar su eficiencia técnica y económica. El principal receptor de este proceso, el consumidor, recibe las consecuencias del mismo en la medida en que la oferta puede sufrir una reducción drástica de la variedad.