La ministra de Transportes, movilidad y Agenda Urbana Raquel Sánchez ha lanzado un “mensaje de tranquilidad” asegurando que España tiene garantizado el suministro de gasoil a pesar de que los Estados miembro de la Unión Europea (UE) decidiesen dejar de importar dicho combustible desde Rusia.

Sánchez ha asegurado que el Gobierno central está "haciendo un esfuerzo muy importante, en basar todo el proceso de transformación de nuestra economía en esa transformación ecológica con la implantación de las energías renovables y, además, también convertirnos en un 'hub' del hidrógeno verde".

Relacionado Bruselas celebra el acuerdo para el BarMar y se abre a financiar el nuevo corredor: "Estamos esperando los detalles"

"Este Gobierno, sobre todo, está trabajando para garantizar la independencia energética de nuestro país y tenemos las bases para garantizarlo, claro está", ha añadido.

España, entre los países menos afectados

De esta manera, la UE cumple con la amenaza consumándose para la economía rusa lo que era la ‘Crónica de una muerte anunciada’. Sin embargo, más allá de la garantía de suministro y del varapalo económico a Rusia, Fuentes de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) reconocen que "muchos analistas" resaltan que la ausencia del gasóleo ruso "supondrá un aumento de la cotización internacional del diésel".

Dicho encarecimiento del combustible se hará notar especialmente en los países más dependientes del gasóleo ruso. Afortunadamente la dependencia de España al combustible importado desde Rusia es casi testimonial.

Desde abril de 2007, el país lleva reduciendo su dependencia del crudo ruso cada año, de acuerdo con los datos extraídos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES), de las 1.637 toneladas importadas en 2007, se ha pasado a apenas 200 en febrero de 2022.

Sin embargo, más allá de las sanciones, desde la AOP consideran que también hay otros factores a tener en cuenta que repercuten en el precio del combustible, como la recuperación de la demanda por parte de China tras el levantamiento de las medidas y restricciones ligadas al Covid-19.

También advierte de otros aspectos a valorar, como que muchos países desarrollados están creciendo menos de los esperado, a lo que también se suma el efecto de la inflación.

"Hay muchos factores y, por tanto, no se puede decir que a partir del 5 de febrero el precio del diésel subirá tanto. Habrá que ver cómo todos esos factores se equilibran", han valorado desde la AOP.

Fuentes del ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico también han coincidido en la lectura. "Las refinerías españolas, al contrario que un gran número de las europeas, han realizado fuertes inversiones para hacer frente a situaciones como las actuales y están preparadas para el procesado de diferentes tipologías de crudos y orígenes, con capacidad de procesar crudos diferentes a los rusos", abundan desde la cartera que encabeza Teresa Ribera.

Relacionado Von der Leyen anuncia un nuevo paquete de sanciones a Rusia para el 24 de febrero, un año después del inicio de la guerra

Los últimos datos anuales completos de Cores sobre la importación de gasóleo en España corresponden a 2021, ejercicio en el que Rusia se situó como el tercer principal proveedor de diésel con un total de 771.000 toneladas, es decir, el 9,1% de las 8,44 millones de toneladas importadas.

Según los datos disponibles de 2022, que no incluyen los de diciembre, en los 11 primeros meses del año pasado en España se compraron en el exterior un total de 5,56 millones de toneladas de gasóleo, de los que 714.000 procedieron de Rusia, es decir, el 12,83% del total acumulado, unas cifras con las que Rusia se sitúa como el segundo principal proveedor de gasoil.

Así, la posición geográfica de España es ventajosa dado que "los productos petrolíferos llegan muy bien por mar", han opinado desde la AOP, que consideran que la situación del país en cuanto a gasolinas, gasóleos y querosenos es "diferencial" y su sistema de refino es capaz de sacar "más valor añadido" por cada barril del crudo recibido, lo cual se traduce en más gasóleo y más queroseno.

El estrecho de Gibraltar, punto estratégico para Rusia

La estratégica posición geográfica de España ha sido una constante a lo largo de toda su historia. Ceuta, como vigilante de las aguas mediterráneas en el Estrecho ya ve pasar hasta el 20% de las exportaciones de crudo ruso. La ruta comercial que ha establecido Rusia para escapar de las sanciones pasa inevitablemente entre las columnas de Hércules. El gobierno de Vladimir Putin ha puesto el foco en China e India como bote salvavidas de su economía.

La estrategia rusa, pasa por enviar pequeños buques cargados de crudo con dirección a China e India, no sin antes realizar una parada en las inmediaciones de Ceuta. La razón es simple, dichos pequeños cargueros esperan en las inmediaciones de la ciudad a trasvasar su carga hacia buques más grandes y con más capacidad disponible.

De esta forma, Rusia esquiva las sanciones europeas, al intercambiar el crudo en aguas internacionales, fuera de toda jurisdicción nacional. La relevancia de este punto de intercambio toma una nueva consideración: China e India han representado hasta el 88% de las ventas totales de crudo procedentes de Rusia y las costas al sur de la península se configuran como un enclave perfecto en términos económicos y logísticos.

Apenas 10 días de navegación separan el Báltico de las aguas internacionales cercanas a la ciudad autónoma. Además, la tranquilidad del mediterráneo facilita mucho la labor de trasvase. No obstante, otra de las ventajas de este punto geográfico es la cercanía con el Canal de Suez, punto de acceso directo a India y China.

El truco para sortear las sanciones radica en permanecer en aguas internacionales. Las transferencias entre cargueros resultan legítimas y no violan ni las leyes internacionales ni las sanciones impuestas desde Bruselas. Desde el territorio de ultramar, los buques controlados por Moscú evitan pagar por los servicios portuarios y la supervisión oficial.