El tope al gas enmarcado dentro de la llamada excepción ibérica que Portugal y España acordaron hace ya medio año ha ahorrado casi un 32% en la factura de la luz para la tarifa regulada. Así se desliza del informe Los efectos del tope al gas en los precios, la inflación y el consumo seis meses después elaborado por la escuela de negocios Esade.

Las cifras evidencian el buen funcionamiento de la medida que fue recibida con los brazos abiertos por parte del Gobierno de nuestro país y criticada sobremanera por parte de la oposición. En concreto, el documento muestra que las familias que se han acogido a este tipo de contrato para todo el año pasado han logrado un ahorro resultante de unos 209 euros por hogar.

La inflación habría sido 0,3 puntos más alta

Pero los datos positivos no solamente se reflejan en estos términos, sino que la inflación -aún así desbocada por las consecuencias de la guerra y de mayor o menor gravedad en función de dónde se fije la mirada- habría sido 0,3 puntos más alta sin la medida excepcional, en concreto de un 8,7% en vez del 8,4% observado. Asimismo, en el mes de diciembre en concreto la inflación se habría situado en el 6,2% en lugar de en el 5,7%, que fue el dato final.

Así las cosas, el hecho de que España se sitúe a la cabeza de la Eurozona en el aspecto económico y que la Comisión aplauda el escenario de nuestro país se debe -además de otras cuestiones- en gran parte al tope al gas. En este sentido, el texto subraya que “el precio medio de la electricidad en el mercado regulado habría sido un 31,8% más alto sin esta medida”.

 “Asumiendo 10 millones de hogares en tarifa regulada, estaríamos ante un ahorro total de casi 2.100 millones (…) Si había menos, unos 9 millones, el ahorro se estimaría en 1.800 millones”, resalta el informe, atribuyendo la primera cifra mencionada al mes de enero y la segunda a agosto.

Beneficia a las rentas bajas

La contribución del topa al gas a la moderación beneficia sobre todo a las familias con ingresos bajos. Esto se debe a que la mayoría de ellas tiene contratada la tarifa regulada -destacada unas líneas más arriba-, ya que este es el requisito indispensable para acceder al bono social eléctrico.

El informe ahonda en que la excepción ibérica ha revertido la situación a lo que se había visto abocada este segmento de la sociedad en 2021, dado que su factura se encuentra muy ligada a la evolución diaria del mercado mayorista. Tanto es así que “la inflación en los hogares más pobres se elevó dos puntos porcentuales por encima de los hogares más ricos”. Con la excepción ibérica “mientras que la electricidad ha restado 1,59 puntos al IPC soportado por los hogares más vulnerables en los más acomodados esta reducción se queda en 0,59 puntos”, sostiene el análisis.

Aspectos menos positivos

Dentro de los efectos menos positivos, los expertos han llegado a la conclusión de que ha habido un incremento del uso del gas para la generación eléctrica en las centrales de ciclo combinado y que el tope del gas ha favorecido que las exportaciones de electricidad en Francia se hayan duplicado en 2022 respecto de 2021 por el menor precio en nuestro país.

En este sentido, el documento también sostiene que sin la medida la cotización de la electricidad hubiera sido superior a la del vecino salvo en tres semanas de diciembre, una cuestión que no hubiera favorecido las exportaciones