Inicia la semana con un nuevo tope al gas que los ministros de Energía de la Unión Europea tienen sobre la mesa. El precio a partir del cual los precios se limitarían ha sido propuesto por presidencia checa del Consejo que ha establecido el mecanismo de activación a partir de los 220 euros, 55 euros por debajo del planteado por Bruselas. No obstante, esta limitación continúa siendo excesivamente alta, especialmente para los países mediterráneos como España.

El documento, que aún se está negociando la tarde de este lunes, puede sufrir variaciones de cara a la reunión extraordinaria que mantendrán los ministros de Energía de la UE este martes. Sin embargo, la única variación con respecto a la propuesta anterior es la rebaja de la limitación.

Por lo tanto, se mantienen las condiciones de activación del mecanismo de corrección del mercado propuesto por la Comisión, es decir, que responde a dos criterios complementarios que deben darse al mismo tiempo: un límite de precio por megavatio hora (MWh) y una diferencia de precio respecto al precio del gas natural licuado en el mercado internacional, a fin de no generar graves disrupciones.

De igual modo, se mantienen los precios de los productos del mercado de futuros holandés TTF como referencia para el límite máximo, ya que este es el que se utiliza como índice para el precio del gas en toda la UE, aunque se amplía a los derivados de uno y tres meses.

En concreto, los precios que propone la presidencia checa son un límite de 220 euros el megavatio hora (MWh) y una diferencia dinámica 35 euros respecto al precio de referencia del gas natural licuado en el mercado internacional, mientras que se reduce a la mitad el requisito de superar estos precios durante diez días seguidos que proponía la Comisión.

Ambos condicionantes suponen una rebaja a los iniciales de Bruselas, que situaba el máximo por megavatio hora en 275 euros y la diferencia con el mercado internacional en 58, pero se eleva la alternativa de 160 euros el megavatio hora (MWh) que apoyaban países como Italia, Grecia, Polonia o Bélgica. Propuesta que, alguno ministros y ministras de los Veintisiete como Teresa Ribera, llegaron tildar como “una broma de mal gusto”, debido al límite excesivamente elevado de la misma.

La revisión que se discute este martes prevé que tras ser activado por la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía de la UE (ACER), el mecanismo se aplique durante al menos 20 días -aunque también podrá ser suspendido por la Comisión- y se activará de forma automática cuando se superen al mismo tiempo los límites por megavatio hora y diferencia con el mercado internacional, lo que se denomina en el nuevo documento como un "evento de corrección del mercado".

En cualquier caso, el tope se desactivará automáticamente cuando el precio se mantenga por debajo de los 220 euros durante cinco días consecutivos y solo se aplicará a los mercados regulados, por lo que esta limitación no afectará a las transacciones extrabursátiles, como ya recogía la propuesta inicial de Bruselas.