Desde el inicio de la guerra de Ucrania, el discurso asumido por las grandes compañías energéticas y gasísticas gira en torno a un miedo de desabastecimiento de gas de cara al próximo invierno, según asegura el experto en renovables Carlos Cagigal. Sin embargo, el aumento de las importaciones de Gas Natural Licuado (GNL) y de extracción y exportación de países aliados, unido a los excepcionales datos de almacenamiento, desmienten este discurso y transmite tranquilidad a la población europea. 

Si bien es cierto que el suministro de gas a través de gasoductos rusos ha caído ya un 30% en relación con el año pasado, y se espera que caiga hasta el 45%, situándose en mínimos de participación de un 25%; el suministro europeo está garantizado. Países como Noruega, Argelia y Azerbaiyán han aumentado, antes de lo previsto, la extracción y exportación de gas. Además, a pesar de que el suministro ha aumentado, la importación por parte de los países europeos ha disminuido por los excepcionales datos de almacenamiento de estos países.

Estos datos aportados por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) muestra que, tanto el suministro de gas como el abastecimiento durante el próximo invierno, está garantizado. Cagigal señala que esta “falta de suministro y escasez de gas para el invierno es la excusa de los operadores de mercado para mantener unos precios injustificablemente altos que no atienden ni a los precios reales de importación de gas ni a problemas de escasez reales”.

Almacenamiento de gas

El almacenamiento medio de la Unión Europea se sitúa en el 59,8% y la importación sigue aumentando. Concretamente, países como Francia (64,76%), Alemania (62,6%) o Italia (61,15%) se sitúan por encima de la media. En el caso de la Península Ibérica, donde la dependencia del gas ruso es casi inexistente, los valores son muy elevados: sobrepasan el 72% en el caso de España y alcanza el 100% en Portugal, que cuenta con toda su capacidad de almacenamiento de gas completa.

El único país que podría presentar algún problema puntual a nivel europeo es Alemania, debido a su anterior dependencia del gas ruso, según el experto. No obstante, con los aumentos de suministro comentados y con el auxilio de países mediterráneos con menor dependencia, su abastecimiento está garantizado.