La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha celebrado durante un acto organizado por Nueva Economía Forum los avances que el Gobierno ha conseguido durante esta legislatura en materia de transición ecológica y energética. Antes de su defensa férrea de las medidas que se han tomado hasta el momento y del anuncio de nuevas reformas, José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno, ha inaugurado el desayuno deshaciéndose en elogios con la también vicepresidenta tercera, en cuyas manos ha depositado “el futuro de España, de nuestra economía y del país que queremos ser".

Es un regalo para mí presentar a Teresa Ribera, que tiene una trayectoria impecable en el servicio público y un liderazgo indiscutible en una materia tan decisiva para el futuro de nuestro país como es la transición ecológica y el reto demográfico”, ha comenzado el expresidente. No ha querido obviar que “las palabras descarbonización, cambio climático o sostenibilidad” no tenían cabida en el vocabulario español, mucho menos en las políticas, años atrás. Durante el Gobierno de Zapatero se puso la primera piedra, la unidad de oficina de cambio climático, que, como ha recordado el expresidente, fue presidida por Ribera. Un currículum que, para el que fuera máximo mandatario español, evidencia la idoneidad de la actual ministra para esta labor y explica por qué es la mandataria europea que está encabezando el cambio.

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Después de agradecer y devolver los elogios recibidos, la titular de Transición Ecológica y Reto Demográfico ha comenzado su análisis, que se ha alargado casi una hora. Como no podía ser de otra manera, la primera materia abordada ha sido la energía, cuyo precio ha considerado el principal “diferencial entre Europa y Estados Unidos”. En esta línea, Ribera ha vuelto a defender que "el precio de la electricidad no debe depender de la volatilidad del precio del gas natural", momento que ha aprovechado para reivindicar la ambiciosa reforma del mercado energético europeo que el Gobierno presentó a la Comisión Europea y que espera se resuelva antes de 2024 para que no se quede “entre dos mandatos”.

Más allá de la defensa por las energías limpias y renovables, Ribera ha recordado a Bruselas que es necesario actuar con “solidaridad, flexibilidad y objetivos de medio y largo plazo”, a la par que ha criticado la posición individualista y desunida de algunos países están asumiendo con respecto a las ayudas de Estado. "Hay que gestionar con mucho cuidado", ha transmitido, recordando el riesgo que podría suponer para los mercados interiores de aquellos países con menor capacidad una actuación por libre de cada Estado. Por ello, Ribera ha defendido una gestión que no destruya "décadas de construcción de mercado interior".

En materia nacional, la vicepresidenta ha defendido el impuesto extraordinario a las eléctricas, después de que Iberdrola lo haya tildado de “arbitrario y discriminatorio”. “Es una medida temporal, limitada y adecuada", ha recordado la vicepresidenta, que se aplica en un momento de “incremento desproporcionado” de los precios de la electricidad. Como respuesta, Ribera considera necesario realizar un "esfuerzo colectivo" teniendo en cuenta el impacto que este aumento de la factura eléctrica ha tenido en el conjunto de la economía. En esta línea, ha defendido apostar por medidas más allá del marco de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), mediante tributos u otros instrumentos regulatorios.

Polémica por el H2MED

Sobre la polémica suscitada la pasada semana con Francia, en torno al posible estancamiento del proyecto del corredor de hidrógeno verde (H2MED), por los cambios de parámetros que ahora el Gobierno francés exige, a pesar de que no estaban contemplados en el acuerdo. El vecino del norte exige ahora, apoyándose en esto, que el H2MED funcione en ambos sentidos y transporte también hidrógeno rosa (procedente de la energía nuclear). Nada de esto estaba contemplado en el acuerdo alcanzado, en el que solo se establecía un flujo con destino Francia y se contemplaban energías renovables y bajas en carbono.

La posición de España, ha explicado la vicepresidenta, es que "siempre deben preservarse como seña de identidad" las características de procedencia del hidrógeno. Estas señas exigen, entre otras cosas, que este gasoducto transporte solo hidrógeno que sea verde, es decir, producido únicamente por energías renovables. "En Alicante este debate quedó abierto", ha dicho Ribera en referencia a la cumbre energética entre España y Francia para llegar a un acuerdo sobre este conducto y, al parecer, tampoco quedó zanjado en la XVII Cumbre Hispano-Francesa que se celebra en Barcelona y de la que derivó un Tratado de Amistad.