Este jueves se dará a conocer la variación del Índice de Precios de Consumo (IPC) adelantado correspondiente al mes de septiembre, del cual podría esperarse un leve repunte, siguiendo con la tendencia de los últimos meses, aunque en el marco que sitúa a la inflación española como una de las más bajas de la eurozona.

El economista Miguel Sebastián ha pronosticado que se dará una subida hasta el 3,9% anual y el 0,5% mensual, comprendido en el marco de la subida de los precios de la energía y con la respectiva comparación en el mismo periodo de hace un año, en septiembre de 2022. En cuanto a la subyacente, puede esperarse “una ligera moderación” del 0,1% mensual y el 6% anual.

Repunte continuado del IPC desde junio

Con estas previsiones sobre la mesa, es necesario destacar cómo ha evolucionado la variación de este indicador, ya que el pasado mes de agosto se estableció en el 2,6%. El IPC de agosto fue ocho puntos menos al marcado en 2022 en el mismo periodo, cuando se llegó a registrar el 10,5%, el segundo valor más elevado de la crisis.

El repunte de la inflación en España se ha ido haciendo cada vez más pronunciado desde el verano: en junio, marcó un 1,9%; mientras, en julio, ascendió al 2,3%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

En estos últimos meses, la inflación subyacente también ha variado, pero en menor proporción. En junio, marcó un 5,9%; en julio, dos puntos más con un 6,2%; mientras que en agosto volvió a descender una décima. Siguiendo el pronóstico, a esperas de conocer los datos oficiales, este mes de septiembre se puede esperar que la cifra permanezca estable o, si continúa la tendencia anterior, que descienda alguna décima más.

Además, y en relación con la tasa de variación anual estimada del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) -el cual se emplea en Europa para realizar las estadísticas comparativas-, en el pasado mes de agosto, se situó en el 2,4%, tres décimas más por encima del registro anterior. A nivel intermensual, la variación del IPCA ha ido acompañada en todo momento por el índice general.

La inflación española, la segunda más baja de la UE

Pese al leve incremento que se puede esperar del IPC adelantado de septiembre, el marco que enfrenta España con respecto a sus índices económicos es positivo si se comprende dentro del escenario europeo.

El dato de inflación de la eurozona se concentra en el 5,2%, aunque la media de los países de la Unión Europea el pasado mes de agosto se fijó en el 5,9%. Sin embargo, la disparidad entre los distintos Estados miembros está servida: Dinamarca (2,3%) España y Bélgica (2,4%), con las cifras más bajas; mientras, a la contra, Francia registra un 5,7% y Alemania un 6,4%, de las más elevadas, aunque uno de los países con peor escenario es Hungría, con un 14,2%. Estos últimos datos se distancian encarecidamente del objetivo del 2% marcado por el Banco Central Europeo (BCE).

Según los datos de Eurostat de agosto, se confirma que España es de las economías europeas con el índice de la inflación más bajo, por encima de las grandes economías de la eurozona. “España es señalado como un ejemplo de política económica porque conseguimos bajar la inflación muy rápidamente, lo que nos está permitiendo afrontar el nuevo curso con una situación más sólida porque el crecimiento de la economía sigue siendo superior al del resto de familias y la inflación está por debajo”, señaló en aquel momento, Nadia Calviño, vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos en funciones en nombre del Gobierno central.

El Banco de España constata una subida anómala de la inflación

Bajo los efectos de la pandemia, este lunes el Banco de España concluyó, a través de un informe, que la subida de la inflación en nuestro país ha sido más rápida en comparación con otras crisis previas que golpearon a la economía. Motivo por el cual, el gobernador Pablo Hernández de Cos, llamó a aplicar una política fiscal “bastante restrictiva” de cara al 2024 y asumir, en consecuencia, medidas extraordinarias ante la subida exponencial de los precios.

Ante este escenario, el supervisor único europeo, el BCE, decidió elevar los tipos de interés al 4,5%, valor más alto de su historia, castigando duramente el endeudamiento de las familias. Las previsiones apuntan a que este nivel se mantendrá durante un tiempo, incluso no se descartan más incrementos si así lo consideran los dirigentes del BCE. Todo ello con el objetivo de alcanzar el punto requerido por el BCE: la inflación en el 2%.  "Si mantenemos los tipos a estos niveles durante un tiempo suficiente, hay muchas posibilidades de que podamos alcanzar nuestro objetivo del 2% en un plazo razonable", garantizó Cos.