El Banco de España ha hecho público un informe en el que concluye que la subida de la inflación tras la pandemia ha sido más rápida que en anteriores situaciones de crisis. Reconoce el organismo la necesidad de asumir medidas extraordinarias en un momento de incremento de precios feroz, pero apunta a desarrollar una política fiscal “bastante restrictiva” en 2024 al considerar que la progresión se ha estabilizado.  Así lo ha trasladado su gobernador, Pablo Hernández de Cos, durante la celebración de un foro económico internacional.

"A medida que bajan los precios de la energía, los gobiernos deben reducir sus medidas de apoyo energético", ha señalado de Cos, en coincidencia con las premisas que Bruselas está trasladando a los Estados miembros. No obstante, el encarecimiento del petróleo que podría dinamitar otra crisis energética no pasa desapercibida para el organismo, que ha pedido que, de ser necesario volver a asumir medidas en este sentido, estas sean “mucho más selectivas”. "Esto es esencial para evitar presiones adicionales sobre los precios, que de otro modo requerirían una respuesta aún más enérgica de la política monetaria", ha apuntado el gobernador durante su discurso.

La fase desinflacionista del episodio actual se ubicaría ya en una progresión similar al de anteriores episodios inflacionistas vinculados a shocks energéticos, según el Banco de España, debido a la evolución de los componentes más volátiles que no están incluidos en la inflación subyacente. Sin embargo, la inflación subyacente sí preocupa por su mayor persistencia en el episodio postpandemia, habiéndose reducido solo ligeramente desde su valor máximo y respecto al momento en que la inflación general alcanzó su pico (unos seis meses antes).

“En un gran número de países la inflación habría alcanzado su pico en los últimos meses e iniciado la fase de descenso”, apunta el informe del Banco de España, que apunta a que “el episodio actual presenta alzas en la inflación de magnitud similar a la de los episodios históricos con origen en encarecimientos de la energía”. Sobre esta evolución, de Cos ha defendido la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) como mecanismos para conseguir manteniendo a raya los valores de inflación en el conjunto de la zona euro.

Apoyo a la subida de tipos

El supervisor único europeo decidió elevar el precio del dinero al 4,5%, valor más alto de su historia, castigando duramente el endeudamiento de las familias. Las previsiones apuntan a que este nivel se mantendrá durante un tiempo prolongado y no se han descartados más incrementos si así lo consideran los dirigentes del BCE, atendiendo a los niveles de inflación. Este nivel, mantenido durante un tiempo, es una estrategia que el gobernador del Banco de España considera que ayudará a alcanzar el objetivo del 2% de inflación marcado por el BCE.

"Si mantenemos los tipos a estos niveles durante un tiempo suficiente, hay muchas posibilidades de que podamos alcanzar nuestro objetivo del 2% en un plazo razonable", ha asegurado de Cos. No obstante, el gobernador ha querido cubrirse las espaladas y ha señalado que esta valoración responde al contexto actual y que el nivel de incertidumbre sobre la evolución futura de la de la economía sigue siendo elevado y está sujeto a riesgos geopolíticos, cuyo curso es difícil de prever.

En los momentos que estamos atravesado, de Cos considera que las decisiones futuras del BCE deberán tomarse con prudencia, pero garantizando unos niveles de restricción suficientes. "Este enfoque es especialmente importante para evitar tanto un endurecimiento insuficiente que impediría la consecución de nuestro objetivo de inflación, y un endurecimiento excesivo, que dañaría innecesariamente la actividad económica y el empleo", ha defendido.

Lo cierto es que para muchas familias españolas ya ha llegado el “endurecimiento excesivo”. Si bien en los análisis emitidos por parte de estos organismos y dirigentes los focos suelen estar sobre los datos macroeconómicos, en lo micro el sufrimiento lleva produciéndose meses. Los hogares sufren un encarecimiento de sus hipotecarias a tipos variables que ascienden hasta los 250 euros al mes, mientras otros muchos no pueden acceder a una vivienda debido a los elevados tipos de interés.  

El Euríbor cerró agosto por encima del 4% y sigue con su progresión alcista. En sus valores diarios ya ha superado el 4,2% y amenaza con seguir encareciendo las hipotecas. Con el dato disponibles hasta el momento, la media mensual para el mes de septiembre está situada en el 4,13%, por encima del 4,073% registrado en el mes de agosto. La política del BCE no ha conseguido todavía aproximar al conjunto de la zona euro a valores cercanos al 2%, pero si ha disparado los préstamos de las familias y ha engrosado, así, los beneficios de las entidades financieras.