Los españoles seguimos viajando pese a la propagación del coronavirus y sus derivantes como la Delta. De hecho, el presupuesto para viajar se ha incrementado un 12,2%, con una media de 1.486 euros para el total de viajes en los próximos seis meses, mientras que las estancias pasan de una media de 10 a 13 días para este año, según un estudio conjunto de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) y Braintrust.

Según el informe, el presupuesto ha aumentado gracias a la capacidad de ahorro que los españoles han experimentado durante los meses más estrictos en restricciones de movimiento y ocio por causa de la pandemia. En cuanto a las intenciones de viaje, un 70,6% de los jóvenes menores de 30 años sí va a viajar, frente a un 61,4% de los viajeros de entre 31 y 39 años, un 62,5% de la generación X (entre 40 y 56 años) y un 53,8% de los mayores de 56 años.

Por comunidades, las más viajeras son Castilla y León, Madrid y País Vasco. Los viajeros indecisos, por su parte, son mayoritariamente personas mayores de 56 años residentes en Cataluña, Galicia, Valencia y Andalucía.

Aunque los viajes siguen siendo mayoritariamente en pareja (75,6%) y se mantiene la familia con un 46,2%, el informe detecta un cierto descenso de los viajes en solitario, un 3,7% frente al 7,6% del 2020, en favor de los viajes con amigos (18,5% frente al 14,3% en 2020).

Por su parte, Ángel García Butragueño, director de Turismo y Ocio de Braintrust, asegura que los resultados del análisis reflejan mucha predisposición del español a viajar, que se va a gastar más, pasará más días fuera de casa y se animará a hacer más viajes en grupo, sobre todo después del aislamiento social al que hemos estado sometidos. No obstante, se fomentará más el turismo nacional. 

Por su parte, Carlos Garrido, presidente de CEAV, destaca que "el español tiene un claro perfil viajero y ganas de viajar y se va adaptando a las circunstancias y restricciones de cada momento y aunque ha cambiado la forma, el hecho es que seguimos viajando y disfrutando de escapadas". Esto quiere decir que hay margen en la recuperación del sector turístico si consigue seguir  "el difícil, aunque necesario, camino de la adaptación a la demanda del viajero". Al fin y al cabo somos un país de espíritu inquieto eso sí, siempre guardando las medidas de seguridad indicadas por las autoridades pertinentes.