La crisis energética en Europa ha provocado el pánico entre los compradores asiáticos de gas, que están comprando esta materia prima a precios disparatados con el objetivo de acaparar la mayor parte de la producción posible. Desde Japón hasta la India, los comerciantes de gas natural licuado (GNL) están pagando precios récords teniendo en cuenta la época del año en la que nos encontramos. Mientras que los compradores desde China hasta Pakistán también han subido el precio que pagan por el gas, así como el que pagan por el carbón, el propano y el fuel oil para competir con el Reino Unido y España. 

No obstante, esta guerra energética parece que prevalecerá en el tiempo, lo que podría provocar una escasez de la energía a nivel global. De hecho, se espera que los precios continúan su alza durante este invierno, lo que afectará directamente a una posible subida de la inflación y pondrá en riesgo la recuperación económica. Por ello, son muchos los sectores que podrían verse entre la espada y la pared y obligados a reducir su producción ante la fuerte subida de los costes, lo que podría además suponer la quiebra de muchos de estos negocios. Independientemente del riesgo que corren las industrias y los hogares – que también experimentan un incremento del coste de la electricidad en sus facturas- Asia no cede y continúa acaparando las provisiones de gas aún a los precios actuales en parte considerando que el pasado invierno fue extremadamente duro en el continente. 

El gas natural licuado

La prueba evidente de la crisis por la que atraviesa Europa pasa por el gas natural licuado (GNL), que en la actualidad se encuentran entre los más altos de la historia. De hecho, el temor a que el precio siga subiendo podría conducir a los importadores asiáticos a pagar al contado, si fuera necesario. Según la agencia Bloomberg, los proveedores finales de Asía están optando por cubrir sus suministros a través de contratos a largo plazo más baratos vinculados al petróleo, a pesar de que la actividad comercial de GNL en el Pacífico se había estancado debido a las fluctuaciones de los precios.