La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) ha experimentado a varias energéticas tras cancelar las descargas de gas previstas en España y trasladar esa mercancía a Asia, sin preaviso.

De hecho, los precios del mercado asiático triplicaron a los europeos debido a un fuerte aumento de la demanda. Se trata, además, de una práctica que viene dándose durante 2020 y 2021 y que incurre en una infracción de la norma ya que las empresas han de avisar con al menos cinco días de antelación cualquier movimiento sobre las descargas de Gas Natural Licuado (GNL) en las regasificadoras, en este caso a Enagás. Es decir, la cancelación de los buques podría conllevar multas de hasta 6 millones de euros, el 5% del importe del volumen del negocio anual de la empresa.

Desde el pasado mes de abril de 2020 los comercializadores de gas adquieren capacidad de descarga de GNL mediante un sistema de subastas. El nuevo marco normativo de acceso establece que la asignación de capacidad de descarga de GNL en las plantas de regasificación españolas tiene un carácter vinculante para las partes involucradas. De momento, debido al  incumplimiento de este contrato, se abre un periodo máximo de 18 meses para su instrucción y resolución por la CNMC.

¿Qué efectos tiene esto para España?

En primer lugar el encarecimiento del coste de la energía debido a la escasez de hidrocarburos.

Por otro lado, la falta de suministro de gas, supone un problema para las compañías, que  tienen que emplear las reservas almacenadas como ocurrió durante el temporal Filomena. No obstante, esto pueden hacerlo sólo temporalmente y frente a un episodio de restricción del suministro, teniendo en cuenta que en muchas ocasiones el problema radica en la capacidad para extraer el GNL.