Los decretos-ley del Gobierno convalidados por el Gobierno se salvan del rechazo a los Presupuestos votado por PP, Ciudadanos e independentistas en el día de hoy. Así, la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 900 euros, la subida de sueldo a los funcionarios públicos, el "bono eléctrico" para las personas en riesgo de pobreza energética y la actualización de las pensiones seguirán en vigor, pese a que el Congreso haya rechazado las cuentas públicas para 2019. 

Sin embargo, las medidas de unos de los presupuestos más sociales de las últimas décadas se caen, a menos que algunas de ellas puedan ser rescatadas mediante otros decretos-ley que puedan ser convalidados en el Congreso. Y aún así, muchas de ellas no podrán implementarse, pues sólo pueden abordarse desde la ley de Presupuestos Generales del Estado. 

Rechazados los planes contra la pobreza infantil

Pero el calado de las medidas rechazadas no es pequeño. El 57% del gasto contemplado en los presupuestos iba a partidas sociales y algunos problemas acuciantes seguirán sin solución, al menos por parte del Gobierno, cuyas manos han sido atadas hoy a los últimos presupuestos de Cristobal Montoro. De momento, con una cuarta parte de los niños en España en riesgo de pobreza o exclusión, desaparecen los 25 millones de euros para el programa de protección familiar, los 30 millones de euros destinados para los menores no acompañados, la unversalización de la enseñanza infantil, de 0 a 3 años y el aumento de las becas. Sus padres seguirán estando menos tiempo con ellos, dado que el permiso de paternidad no se ampliará a ocho semanas. Para los jóvenes desaparecen la rebaja de tasas universitarias, el plan de choque contra el desempleo juvenil y el plan de vivienda que contemplaba alquileres más baratos para ellos.

Rechazadas ayudas a la dependencia y a los parados mayores de 50 años

Con respecto a las personas de más edad, se caen las ayudas a los parados de larga duración mayores de 51 años, por lo que aquellos que no tenían cobertura (430 euros mensuales hasta que encontrasen trabajo o llegaran a la edad de jubilación), seguirán sin ella. El copago farmacéutico para los pensionistas, que iba a ser abolido, permanecerá. Del mismo modo no se podrán gastar 831 millones de euros más en ayudas a la Dependencia, ni se subvencionarán las cuotas a la Seguridad Social de las cuidadoras no profesionales de personas dependientes.

Dentro de los planes del Gobierno para crear más empleo y de más calidad estaban un mayor gasto en infraestructuras y casi 360 millones de euros en Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i). Tampoco podrá ser. Igual que los mayores beneficios para los autónomos, dado que dependían de reformas en las cuotas de la Seguridad Social. 

Los más ricos seguirán pagando menos

Por la parte de los impuestos, las grandes empresas y los más ricos seguirán pagando menos impuestos. Las empresas tecnológicas que ganen benficios en España seguirán pudiendo tributar en Irlanda o Luxemburgo, mientras que las pymes que ganan menos de un millón de euros seguirán pagando un 25% de Impuesto de Sociedades, en lugar de ver cómo se les rebaja al 23%. Adiós también a la rebaja del IVA de los productos de higiene femenina y a los libros electrónicos.

Tampoco se podrá aplicar una subida del tipo máximo de cotizaciones a la Seguridad Social por lo que, en cierta manera, se subvenciona a las nóminas más altas. Hecho que se agrava al no poder subir el IRPF a las rentas superiores a 130.000 euros.