La cadena de valor del gran consumo, integrada por distintas patronales del sector de los supermercados como ACES, Aecoc, Anged, Asedas y FIAB, ha valorado de "forma positiva" el anuncio realizado por el Gobierno de la rebaja del IVA a los alimentos básicos dentro de las medidas anticrisis aprobadas este martes en el último Consejo de Ministros del año, aunque ha lamentado la ausencia de algunos productos como la carne, los yogures o el pescado.

En concreto, las patronales consideran que estas medidas tendrán un impacto "directo y positivo" en el bolsillo de los consumidores y respaldan el compromiso de la cadena agroalimentaria, que desde hace meses está realizando un "esfuerzo extraordinario" para amortiguar el fuerte impacto que, sobre los costes de producción y distribución de alimentos, ha tenido la escalada de la energía y de las materias primas, según han informado en un comunicado.

Asimismo, creen que la rebaja del IVA del aceite y la pasta del 10% al 5% y de los productos esenciales del 4% al 0%, junto a las ayudas de 200 euros para los hogares con rentas menores a 27.000 euros son una "buena noticia" que contribuirá a limitar el impacto de la inflación el conjunto de la población.

No obstante, consideran una "oportunidad perdida" la exclusión de artículos como el pescado, la carne o los yogures de esta rebaja del IVA, ya que los productos frescos forman parte de la cesta básica de los consumidores y son esenciales en la dieta mediterránea.

Por otra parte, las asociaciones lamentan que, junto a las medidas de ayuda a los hogares, no se hayan aprobado iniciativas para evitar nuevos sobrecostes a las empresas.

No obstante, el Ejecutivo ha decidido excluir productos como el pescado o la carne por el coste que conllevaría a las arcas públicas del Estado. La medida aprobada este martes por el Gobierno conllevará un desembolso de más de 10.000 millones de euros.

El impuesto al plástico preocupa a la patronal

Así, recuerdan que la inminente entrada en vigor del impuesto al plástico el próximo 1 de enero supone una amenaza para miles de empresas, especialmente pymes, ya que implica un sobrecoste de 700 millones de euros en un momento de incremento generalizado de los costes de producción. Por eso, consideran que hubiera sido una gran noticia seguir el ejemplo del resto de países de Europa y aplazar su aplicación, al menos, hasta el 2024.

La cadena de valor del gran consumo, que venía proponiendo desde hace meses una reducción del IVA de los alimentos, acoge con "satisfacción" esta medida y mantiene la voluntad de "diálogo y colaboración" con el Gobierno para paliar los efectos de la inflación.

Por último, ha destacado el "enorme esfuerzo" que deberán hacer empresas y trabajadores para aplicar esta medida en tan pocas horas y en fechas especialmente complicadas para el sector como las de la campaña de Navidad, algo que no ha sido tenido en cuenta por parte de la Administración.