A falta de conocer las cifras de diciembre de 2019, entre enero y noviembre del pasado año un total de 211 trabajadores perdieron su vida en accidentes laborales de tráfico, 91 de ellos durante la propia jornada laboral. Muchos de ellos pertenecen a una de las etapas más complicadas de la cadena logística en el sector del comercio electrónico: la última milla.

El comercio electrónico crece diariamente a ritmos insospechados gracias a la digitalización y a los nuevos hábitos de consumo. De hecho, según datos de la patronal del sector UNO Logística, durante el último Black Friday, el día con mayor número de pedidos del año, se movieron 3,5 millones de paquetes vendidos por comercio electrónico, un 10% más que el año anterior y una media de 2,5 millones de paquetes diarios en las siguientes semanas.

Además, según los datos del último informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en el primer trimestre de 2019 se batió un nuevo récord en cuanto a ingresos por compras online, superando los 10.900 millones de euros, un 30% más que en el mismo periodo del año anterior.

Sin embargo, este aumento acelerado del comercio electrónico trae consigo un crecimiento paralelo de la movilidad y de la siniestralidad vial. Así, según datos del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), entre enero y noviembre de 2019 se registraron un total de 69.470 accidentes laborales de tráfico, con 211 trabajadores fallecidos, 91 de ellos durante su jornada laboral.

Del total de fallecidos, el sector peor parado ha sido el de los motoristas de reparto por los problemas a los que se enfrentan a diario a la hora de realizar sus entregas. Por este motivo, la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene previsto ofrecer cursos de conducción segura para este colectivo.

El sector logístico representa el 6% del PIB, según la DGT

En cifras, el sector logístico representa el 6% del Producto Interior Bruto (PIB), mueve más de 500 millones de envíos diarios y 5 millones de toneladas al año y agrupa a más de 800.000 trabajadores, según la DGT. Sin embargo, según la Encuesta de Población Activa del INE, alrededor de 969.000 personas trabajan en el sector del transporte y la logística, es decir, el 5% del empleo a nivel nacional.

En este caso, muchos de ellos se dedican al reparto de comida a domicilio. Por su parte, Alejandro del Val, responsable de salud laboral de la Federación de Servicios de CCOO describe el perfil del colectivo: “Personas muy jóvenes que en muchos casos se enfrentan a su primer trabajo, que consideran que es una situación pasajera y que no son informados de los riesgos que están corriendo”.

Francisco Aranda, presidente de UNO Logística, denuncia que se les exige flexibilidad para disponer de vehículos de menor tamaño y más operativos mientras que limitan las horas en las que pueden cargar o descargar mercancías. “Abrir una ventana de tarde y favorecer el reparto nocturno, evitará la congestión y facilitará una última milla más eficiente“, solicita Aranda.

Con mayor frecuencia se producen entregas más rápidas, con servicios de hasta 2 horas, así como más baratas. En algunos casos, las tiendas físicas ya se están transformando en puntos de recogida de paquetes o incluso, en pequeños almacenes de reparto.