Los pequeños ahorradores engañados con preferentes o deuda subordinada perpetua perderán gran parte de sus ahorros y eso servirá para que los bancos se ahorren 13.000 millones de euros, o lo que es lo mismo obtienen 13.000millones para sus balances. Este cálculo ha sido ofrecido por la agencia de calificación Fitch, una de las tres que ponen nota a la solvencia de los países, que también afirma que los bancos necesitarán más capital en función de los resultados del arbitraje por la mala comercialización de las preferentes.

Los bancos españoles necesitarán más capital
La agencia evalúa la situación de la banca española después de que tuviera que ser rescatada por la Unión Europea con 40.000 millones de euros por el riesgo de quiebra. A cambio de ese rescate Bruselas impuso condiciones a los bancos, como el cierre de sucursales y despido de trabajadores. También dejó claro al Gobierno español que los titulares de preferentes o subordinadas tendrían que afrontar pérdidas. El Gobierno de Rajoy ha establecido esa pérdida en una horquilla de entre el 40 y el 60%. En el caso de algunas entidades como Bankia se les cambiará las preferentes por acciones, dándose la circunstancia que dichas acciones no valen prácticamente nada. A este conjunto de medidas Fitch las denomina de auto rescate y aprecia "cierto retraso" en su aplicación.

Pero además están los recursos judiciales de los afectados por las preferentes. Fitch estima que hasta el 20% de esos productos financieros podrían verse afectados por las alegaciones, lo que provocaría que algunos bancos necesitaran otra inyección de liquidz adicional.

Aumenta el riesgo
Fitch mantiene la  perspectiva negativa para el sector financiero español. No ve la salida del túnel a corto plazo por ningún lado. Es más, sostiene que hay "varias cuestiones pendientes" que influirán en el "éxito o fracaso" del saneamiento de la banca española. "Somos pesimistas respecto a la calidad de los activos y nuestros ratings asumen un incremento de los préstamos en riesgo de mora este año a medida que los problemas se extienden a los préstamos a pymes y a las hipotecas residenciales". es decir, que aumenta el riesgo de créditos impagados.