José Manuel Soria ha conseguido algo que ningún ministro de la Democracia consiguió: ponerse en contra a todos los sectores que tienen que ver con la electricidad. A los pocos meses de llegar al Gobierno, el PP anunció una reforma eléctrica en profundidad para acabar con el déficit de tarifa, sin embargo la reforma se limitó a una reforma fiscal que subió impuestos y retiró subvenciones. A raíz de ahí se desató el caos,  todo el sector de las renovables acusa al Gobierno de provocar su ruina, mientras que las grandes eléctricas tradicionales han tenido que anotar pérdidas millonarias, han presentado demandas contra el Gobierno en España y en Bruselas, la luz ha subido cuatro veces en  los dos años de gobierno del PP, el déficit de tarifa se ha desbocado, España lleva tres meses sin un sistema de fijación de precios y la industria española denuncia que el golpe a la cogeneración les lleva a la ruina.

Cogeneración inviable
La cogeneración es un proceso tecnológico con el que numerosas industrias o cooperativas agrarias consiguen ahorrar más de un 10% de energía primaria aprovechando sus propios recursos, con los que en un mismo proceso producen electricidad y calor. Es además una energía que se consume donde se produce, por lo que ahorra costes de transporte, y es una herramienta clave para ahorrar costes y ganar competitividad. Representantes de industrias como la papelera o la azulejera, cooperativas agroalimentarias y otras muchas, han celebrado un encuentro en Madrid para denunciar que la reforma eléctrica del ministro Soria ha provocado ya el cierre del 20% de las plantas de cogeneración que hará inviable este sistema de producción de energía porque los costes e impuestos establecidos  las llevará a pérdidas.

En peligro 70.000 puestos de trabajo
Las industria de azulejos y cerámicas, papeleras, alimentación y bebidas, ladrillos y tejas, el sindicato agrario Asaja y Cooperativas agro-alimentarias han suscrito un documento conjunto en el que reivindican la cogeneración como herramienta clave de competitividad energética para la reindustrialización de España y piden al Gobierno que modifique la Orden Ministerial. Todos los sectores anteriormente mencionados aseguran que las pérdidas que provocarían el cierre de las plantas de cogeneración tendrían como consecuencia la pérdida de 70.000 puestos de trabajo en toda España, además de unos impactos socioeconómicos negativos superiores al 1% del PIB nacional.

En contra de la industria
Todos los sectores que reclaman un trato más justo a la cogeneración energética afirman que el impacto de la medida del Gobierno supondrá la pérdida de eficiencia energética, la elevación de los costes eléctricos, el desplome de las exportaciones, evidente pérdida de empleo, aumento de las emisiones contaminantes y pérdidas en muchas empresas.
En un contexto de crisis como el actual, con la segunda tasa de desempleo más alta de Europa (solo por detrás de Grecia), recuerdan que reindustrializar España requiere una política energética que apoye la cogeneración como herramienta legítima y eficaz de competitividad para consolidad una industria que produzca en España y exporte.