Tras intensas y largas negociaciones, Gobierno y agentes sociales han alcanzado un acuerdo sobre la reforma laboral, que se materializará este martes en Consejo de Ministros. Jordi Sevilla, senior advisor de Contexto Económico en Llorente y Cuenca, valora el acuerdo y sintetiza las claves y ejes centrales en su último análisis. Entre otros, destaca la priorización del contrato fijo-discontinuo para trabajos estacionales, una nueva figura eficaz para garantizar la flexibilidad interna de las empresas o la negociación colectiva.

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“Los interlocutores sociales han aceptado un texto legal que será aprobado por el Gobierno y remitido a las Cortes donde, en principio, se esperan pocos cambios. El Partido Popular ya ha anunciado el rechazo del acuerdo, en línea con varias de las federaciones de la CEOE, lo que podría provocar una crisis en esta organización de difícil pronóstico”, comienza el último análisis de Sevilla. 

No obstante, celebra que se trata de una buena noticia con un impacto positivo sobre las perspectivas económicas y también, un acuerdo “que despeja el horizonte político del resto de la legislatura, que el Gobierno afronta cada vez más fuerte, sumando esta reforma a la reciente aprobación de los Presupuestos Generales del Estado”.

Así, el economista pone en relieve que se trata de la segunda reforma laboral aprobada con consenso en lo que llevamos de siglo y “la primera que incluye la devolución de importantes derechos a los trabajadores, suprimidos por la reforma del presidente Rajoy en pleno rescate europeo de una España en crisis”.

Las cinco claves del acuerdo de la reforma laboral

Jordi Sevilla explica en su análisis las cinco claves del acuerdo entre Gobierno y agentes sociales. En primer lugar, asegura que la nueva legislación “hace más difícil la actual proliferación de temporalidad abusiva o fraudulenta, que es la principal explicación de la precariedad diferencial de nuestro mercado laboral”. No obstante, matiza que no elimina el contrato temporal ni lo hace inviable. La alternativa ha sido el refuerzo del carácter indefinido como la situación contractual normal.

Es decir, refuerza la causalidad en la contratación temporal a la que solo se puede recurrir por causa justificada y tiempo determinado. Asimismo, impulsa el tradicional contrato fijo discontinuo como alternativa para sectores con alta estacionalidad e incrementa las sanciones y los medios de la inspección laboral.

En segundo lugar, recupera fuerza para los trabajadores en la negociación colectiva con dos medidas muy claras: devuelve al convenio de sector algunas cláusulas como el salario, sin que el de empresa se vacíe y activa, de nuevo, la ultraactividad del convenio vencido y no negociado.

La tercera clave, para Jordi Sevilla, es la introducción en la legislación ordinaria de una figura eficaz que garantice la flexibilidad interna de las empresas, regulando una especie de ERTE estructural. “Con ello se pone fin a otra diferencia negativa de nuestro modelo que carecía de mecanismos de ajustes, salvo el despido”, valora el economista.

En cuarto lugar, considera que ordena las relaciones y responsabilidades de la empresa matriz con sus contratistas, para evitar que la subcontratación se convierta “en un agujero negro donde impera la precariedad como forma de abaratar las ofertas para obtener una adjudicación”. Por último, deroga la posibilidad de que la administración acometa despidos y acota mucho los contratos de obra en construcción.

"Respaldo internacional muy importante"

Sevilla asegura que esta reforma laboral será, “con toda probabilidad”, avalada por la Comisión Europea, lo que supondrá un “respaldo internacional muy importante” al Gobierno y a España, de cara a inversores internacionales. Con ello, “desaparecerá una de las principales sombras de duda e incertidumbre que se cernía sobre nuestro país”, celebra el senior advisor de Llorente y Cuenca.

A pesar de los aspectos positivos que supone, el experto llama a la calma ya que asegura que el acuerdo no contiene una “derogación completa de la reforma laboral del PP, esa pelea absurda en la que entró la izquierda española de la mano, por cierto, de la actual ministra de Trabajo y gran artífice del acuerdo actual” -explica- “Pero está claro que modifica de forma sustancial aquellos aspectos más lesivos para los trabajadores de la reforma de 2012, de nuevo, aunque solo sea porque el contexto es muy diferente”.

Más allá del ámbito puramente económico, la reforma laboral prevé aumentar las críticas del Partido Popular al Gobierno y, según Sevilla, abre una brecha en el seno de la CEOE, “si bien su presidente siempre podrá aducir que ha evitado males mayores” y da un fuerte respaldo a la candidatura de la vicepresidenta Yolanda Díaz y al Gobierno, afianzado la legislatura.

Los ejes del acuerdo de la reforma laboral

Esas son las claves pero Sevilla también ha centrado su análisis de diciembre en los ejes del acuerdo alcanzado entre Gobierno y agentes sociales. Aquí aparecen aspectos como las mejoras en la contratación, la vuelta a la negociación colectiva, cambios en la subcontratación o el mantenimiento de los ERTE como medida temporal para frenar los despidos colectivos.

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En cuanto a la contratación, el experto recalca que la reforma establece el contrato indefinido como forma de acceso ordinaria al empleo y solo admite dos tipos de contratos temporales: por circunstancias de la producción o por sustitución de persona trabajadora. Su duración estará limitada a seis meses ampliables a 12 por negociación colectiva y prioriza el contrato fijo discontinuo para la realización de trabajos estacionales o vinculados a actividades productivas de temporada.

Por otro lado, la reforma recupera la prioridad aplicativa de los convenios colectivos sectoriales en materia salarial en la negociación colectiva. La reforma recupera la ultraactividad de los convenios colectivos, lo que significa que los convenios caducados permanecerán en vigor hasta que se firme uno nuevo. Asimismo, con respecto a la subcontratación, la reforma establece la prioridad aplicativa del convenio sectorial de la empresa principal, salvo cuando la empresa subcontratista cuente con convenio propio.

Los ERTE se convertirán en una herramienta permanente, con el objetivo de dar mayor flexibilidad para las empresas en crisis. De hecho, la reforma introduce el Mecanismo RED de Flexibilidad y Estabilización del Empleo, que permite a las empresas solicitar medidas de reducción de jornada y suspensión de contratos, previa autorización administrativa.