Con la entrada del nuevo año y el cierre del anterior resulta casi inevitable preguntarse sobre la deriva de la economía en este 2023. Son muchos los organismos, economistas y expertos en la materia que se han aventurado a realizar previsiones pese a la incertidumbre del contexto actual. El último en hacerlo ha sido Jordi Sevilla, analista económico de Llorente y Cuenca (LLYC).

De acuerdo con Sevilla, la economía española no entrará en recesión, pero si sufrirá los efectos de una desaceleración derivada de las consecuencias derivadas de la guerra de Ucrania y de el enfriamiento en el crecimiento de las tres grandes economías mundiales.

Además, en consonancia con el resto de previsiones, el experto asegura que el 2022 se cierra “mejor de lo previsto”, pero con un PIB con tendencia a la baja, hecho que hará que la economía española arranque el año con poca inercia, al menos, durante el primer semestre.

Esta desaceleración puede afectar a los tres principales motores económicos, consumo privado, inversión y exportaciones que también descenderán.

Sevilla también ha destacado el papel de la inflación. Una curva descendente que ya ha empezado a doblegarse, pero, de acuerdo con el experto aún sigue siendo muy elevada. Además, insta a no perder la inflación subyacente que está afectando a los bolsillos de los consumidores. Dicha crisis de precios -especialmente los de la energía y los de los alimentos- está produciendo un “preocupante aumento de la desigualdad social”

El economista alaba el papel de la reforma laboral que ha hecho que el mercado del empleo se mantenga muy estable, aunque advierte que las tasas de paro siguen siendo muy elevadas. Gracias a todo esto, Sevilla ha asegurado que “España está resistiendo a la tormenta económica mejor que otros países de la Eurozona”.

Con respecto a las previsiones, el economista ha optado por hacer una lectura positiva y asevera que la economía española seguirá en esa línea positiva en la que crecerá por encima de la media europea, registrará una inflación por debajo del resto de países de la eurozona y, a pesar de la complicada situación no se prevé destrucción de empleo como ha sucedido con otras crisis.

No obstante, Sevilla recalca la importancia del impulso necesario, efectivo y contracíclico de las inversiones de los fondos europeos con lo verde y lo digital como bandera. El experto advierte también el 2023 como año electoral, hecho que puede incrementar la tensión política.

El economista asegura que convendría dejar de lado las promesas políticas de “chapa y pintura” e insta a retomar las necesarias reformas estructurales que se siguen aplazando al haberse descartado los pactos de estado como herramienta necesaria.