La deuda consolidada de los hogares y las empresas (1,67 billones) se mantuvo estable durante el tercer trimestre de 2022 en comparación con el año anterior, dato que mejora cuantiosamente en términos de Producto Interior Bruto (PIB). En ese caso, la ratio de endeudamiento se desploma hasta el 128,6% del PIB, muy lejos del 142,5% de 2021 y por debajo del 129,3% de 2019, último año antes de la pandemia.  A pesar de la mejora de los datos, la aportación de los hogares y las empresas se diferencian claramente, como reflejan las Cuentas Financieras de la Economía Española publicada por el Banco de España este miércoles.

La deuda consolidada de las sociedades no financieras se redujo desde los 971.600 millones de septiembre de 2021 a los 966.700 millones en septiembre de 2022. En términos del PIB se redujo hasta el 74,3%, frente al 82,7% de septiembre de 2021, pero permaneciendo aún por encima del 72,5% del último trimestre de 2019. Por otro lado, la deuda de los hogares e instituciones sin ánimo de lucro al servicio de estos (ISFLSH) aumentó de los 703.100 millones marcados en septiembre de 2021 a los 707.500 millones en el mismo trimestre de 2022, nivel similar al de diciembre de 2019. Sin embargo, nuevamente la ratio sobre el PIB disminuyó hasta el 54,4%, alejándose del 59,8% del mismo trimestre de 2021 y frente al 56,8% de finales de 2019.

Las operaciones netas acumuladas en los últimos cuatro trimestres, correspondientes a la financiación consolidada recibida por las empresas y los hogares e ISFLSH, alcanzaron los 17.400 millones de euros, lo que supuso un 1,3% en términos del PIB. En términos netos, las sociedades no financieras captaron financiación nueva equivalente al 0,7% del PIB y los hogares e ISFLSH por un 0,6% del PIB.

La riqueza de las familias cae un 1,1%

En otro orden de cosas, el estudio muestra que la riqueza financiera neta de las familias españolas experimentó una caída del 1,1%, situándose en 1,86 billones de euros en el tercer trimestre. La cifra de los activos financieros netos de las familias a cierre del tercer trimestre equivale al 142,8% del PIB, ratio que fue 17,1 puntos porcentuales inferior a la de un año antes, por el aumento que experimentó el PIB, que fue superior al de la riqueza.

Por componentes, el grueso de los activos financieros de los hogares se mantuvo en efectivo y depósitos (el 41% del total), seguido de participaciones en el capital (29%), participaciones en fondos de inversión (14%) y seguros y fondos de pensiones (13%). El componente efectivo y depósitos fue el que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares, avanzando 2,2 puntos porcentuales con respecto a un año antes. Por el contrario, el peso de los seguros y fondos de pensiones fue el que más cayó (-1,8%), condicionado por su revalorización negativa.