El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado la subida del Índice de Precios de Consumo (IPC) del mes de mayo, adelantada hace dos semanas. La tasa general se coloca en el 3,6% después de experimentar un ascenso de tres décimas, sufriendo el efecto base, dado que la electricidad incrementa sus precios y los carburantes los reduce menos en comparación con las mismas fechas del pasado año, pero se mantiene estable. La principal novedad de la publicación desgranada es la caída de la inflación alimentaria, que marca su cifra más baja desde noviembre de 2021.
El encarecimiento de la cesta de la compra ha cerrado el quinto mes de mayo con una reducción de tres décimas, lo que se lleva la tasa hasta el 4,4%. El índice alimentario se aproxima al general después de reducirse en más de doce puntos durante el último año, dejando atrás los incrementos desmedidos que registraban las estanterías de los supermercados. Esta moderación no significa que los precios de la cesta vayan a reducirse de inmediato, si es que lo hacen, pero dan una tregua a las subidas continuadas registradas durante meses.
Otra buena noticia la presenta la inflación subyacente -aquella que no incluye los alimentos no elaborados ni la energía- que tanto preocupaba en determinados momentos y que ahora que se sitúa por debajo del 3% parece haber perdido galones. La tasa se ubica por debajo del valor general y, pese a su subida de una décima con respecto al mes anterior, sigue resistiendo. Los principales responsables de su incremento son los servicios relacionados con el turismo (paquetes turísticos, transporte de pasajeros aéreos, servicios de alojamiento, etc.), que ascienden de cara a un verano con buenas previsiones.
Más allá de las comparativas anuales, los precios en de mayo ascendieron menos en comparación con el mes pasado que en anteriores periodos. Así, entre abril y mayo el IPC intermensual registró un 0,3%, porcentaje más bajo desde enero de este mismo año. Con todo, desde la cartera de Economía, Comercio y Empresa consideran que “la evolución de la inflación sigue reflejando la capacidad de la economía española de compatibilizar el mayor crecimiento económico entre los principales países de la zona euro con una moderación de los precios y el mantenimiento de apoyo a los más vulnerables”.
El objetivo del Banco Central Europeo (BCE) del 2% aún está lejos y no se prevé que pueda alcanzarse hasta 2025. Aun así, el supervisor único ha levantado el pie y ya ha aprobado la primera bajada de tipos, pese a que la inflación media de la zona euro sigue unas décimas por encima del límite marcado. En España, la pujanza del turismo de cara al verano está complicando los descensos, pero desde el Ministerio liderado por Carlos Cuerpo ponen el foco en que “sigue mejorando el poder adquisitivo de las familias”.
“Han recuperado el nivel previo a la pandemia”, trasladan desde el departamento económico, afirmación que puede no coincidir con el día a día de las clases trabajadoras, que sufren el estancamiento de sus salarios y el encarecimiento de bienes de primera necesidad como la vivienda o los alimentos que, aunque cesen sus subidas en el segundo de los casos, no se han rebajado ni lo harán. “Siempre veo subir los cafés con la excusa de la inflación, pero luego nunca bajan cuando esta hace lo propio”, ejemplifica siempre Pepe Álvarez, secretario general de UGT.
Se mantiene la rebaja de IVA de los alimentos
El Gobierno ha anunciado que mantendrá la rebaja del IVA de los alimentos, medida aplicada desde hace año y medio. "Queremos hacerlo, esa es la voluntad", confirmaba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La rebaja finalizaba el 30 de junio, pero será ampliada durante todo el año porque "la evolución de los precios de los alimentos aún continúa siendo alta y, por tanto, tenemos que hacer ese esfuerzo, que es un esfuerzo enorme para las arcas públicas. Pienso sobre todo en la vicepresidenta de Hacienda, pero creo que es un esfuerzo necesario para nuestros hogares".
Así, se mantendrán sin IVA (o con IVA 0%) el pan, las harinas panificables, el queso, la leche, los huevos, los cereales, las frutas y las verduras, productos que estaban gravados antes de la bonificación con un 4%. En el caso de los productos como los aceites y las pastas el IVA se redujo del 10% al 5% y así se mantendrá, como mínimo, seis meses más. "Se sigue manteniendo esa condición inicial que dio origen a esa medida de apoyo a las familias", apoyaba el ministro de Economía la decisión del presidente.