Iberia va a dar comienzo este mes de septiembre la negociación con los sindicatos de un nuevo ERE (expediente de regulación de empleo) de carácter voluntario para mil empleados de distintos colectivos. Así lo ha adelantado el presidente ejecutivo de la compañía, Luis Gallego.
Ya la compañía en otras ocasiones había reducido en cinco mil trabajadores su empresa debido a anteriores expedientes de regulación de empleo. Sin embargo, este nuevo ERE voluntario sólo afectará a un 6% de la plantilla porque aún mantiene a 16.500 empleados. Según palabras del directivo, “hay todavía algunas direcciones sobredimensionadas sobre lo que necesitamos para poder competir eficazmente”.
Gran parte del ERE afectará al área de mantenimiento, en el que Iberia está realizando un proceso de transformación para asegurar un éxito futuro de esta división, en concreto, a las oficinas centrales, donde hay un excedente personal para el número de aviones que tiene en comparación con los competidores, y, en menor medida, a hándling (atención en tierra). La compañía también quiere poner un cupo a los tripulantes de cabina porque al no producirse el esperado aumento de capacidad, se ha generado un pequeño excedente que tienen que ajustar.
A pesar de que se han recuperado rutas como San Juan de Puerto Rico o Johannesburgo y lanzado otras como Shanghái y Tokio, la compañía tenía previsto un aumento de capacidad “más agresivo” si el mercado hubiera tenido un mejor comportamiento. Según el presidente ejecutivo, tanto la inestabilidad de ciertas economías, el terrorismo europeo, el Brexit o la falta de gobierno en España, ha llevado a la compañía a “ser prudentes”. Por otra parte, la compañía ha dejado de volar a ciertos destinos como Estambul, Lagos, Accra y ha bajado el número de vuelos a lugares como Brasil o Venezuela. Luis Gallego incidió en el esfuerzo que conlleva entrar a un mercado como el de China, donde se pretende hacer rentable la ruta de Shanghái, debido a la alta competencia de otros operadores.
Objetivos
Fue en 2015 cuando se produjo la primera convocatoria en once años para contratar nuevos pilotos, y de momento, según Gallego, “ya no están previsto que entren más”. “Es mejor ser prudente”, y lo que hay que hacer es “ajustar y rentabilizar la capacidad que tenemos”, añadió. “El reto está en reducir los costes más allá de lo que están bajando los ingresos y así mejorar el margen”, recordando que la compañía se encuentra “a medio camino de la rentabilidad que necesita para estar al nivel de otros operadores en Europa”. El principal objetivo es el retorno del capital invertido del 15%, frente al 7% actual para mejorar los resultados este año.
Situación política
En el caso español el proceso de recuperación se ha ralentizado por la falta de gobierno y del deterioro de los ingresos a pesar del turismo recibido. “Es muy fácil llenar los aviones si se bajan los precios, pero eso no quiere decir que esto sea rentable”.
Brexit, a corto plazo tendrá consecuencias de inestabilidad, pero no afectará a la alianza de British Airways e Iberia dentro del grupo IAG. sin embargo, a largo plazo no va a cambiar los objetivos de la IAG. Afectará, pero lógicamente, se llegará a algún acuerdo de forma que la economía del RU y Europa sigan colaborando como hasta ahora”."La estructura del grupo ha sido analizada y no vamos a tener ningún problema. De hecho, creemos que es una estructura que a muchos les gustaría poder replicar por su versatilidad y flexibilidad", dijo.
Competencia AVE
Otro de los retos son las pérdidas del vuelo Madrid - Barcelona por la competencia del AVE. La solución va a radicar en “apalancarnos en las distintas oportunidades que tenemos dentro del grupo”, ya que, al disponer de varios operadores, pueden construir un producto más completo que hacerlo en solitario buscando sinergias entre todos.