Iberdrola obtuvo un beneficio neto de 827,6 millones de euros en el primer trimestre del año, un 4,7 % menos que en el mismo periodo del año anterior, afectada por las condiciones meteorológicas en España, con ausencia de viento y lluvia, y el cierre de la central térmica británica de Longannet.

El resultado bruto de explotación disminuyó un 8,2 %, hasta los 1.861,6 millones de euros, impulsado por el negocio de redes, principalmente en Estados Unidos, según ha informado este miércoles la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La cifra de negocios del grupo creció un 1,3 % con respecto al primer trimestre de 2016 y alcanzó los 8.289,5 millones de euros. Por áreas de actividad, redes obtuvo un ebitda de 1.020,9 millones, un 9,1 % más, y las ventas se incrementaron un 5,2 %, hasta los 2.522,4 millones de euros.

En el negocio de generación y clientes, el ebitda cayó un 32 %, hasta los 436,3 millones de euros, y las ventas un 0,4 %, hasta los 5.329,1 millones, debido al débil comportamiento del negocio británico, afectado por el tipo de cambio y por los mayores tributos pagados en España por los elevados precios de la energía.

El ebitda del área de renovables, que se vio afectado por las condiciones climatológicas en España, también cayó un 5 % y fue de 434 millones, mientras que las ventas se incrementaron un 0,8 %, hasta los 719,5 millones de euros.

Las inversiones de Iberdrola en los tres primeros meses del año totalizaron 1.016,1 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 13,4 %, y se concentraron en los negocios de redes y renovables, que representan el 81,4 % de la inversión total en el trimestre.

La deuda financiera neta era a 31 de marzo de 2017 de 29.760 millones de euros, al aumentar en 1.487 millones de euros con respecto a la misma fecha, debido a las inversiones que está haciendo la compañía. Como consecuencia, el apalancamiento financiero aumentó y se situó en el 42,1 %, frente al 41,3 % en que se encontraba a 31 de marzo de 2016.

Reclama más plazo para decidir sobre la renovación de permisos

Además, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha dicho hoy que su compañía ha pedido más tiempo al Gobierno para poder decidir si solicita la renovación de los permisos para explotar centrales nucleares cuya licencia expira, a fin de conocer cómo se trata dentro de la política energética.

Sánchez Galán, durante su conferencia con analistas para presentar los resultados de la eléctrica en el primer trimestre, ha explicado que su filial Iberdrola Nuclear España lleva años soportando importantes pérdidas debido a los grandes impuestos que gravan la energía nuclear en España.

Ha indicado que "esto ha modificado el plan de negocio original", que tenía en esta área de actividad y ha señalado que, al no saber cuándo desaparecerán las pérdidas, es complicado pedir permisos que se dan para plazos largos de tiempo. Y ha añadido que el plazo que piden al Gobierno no es de años, sino de unos doce meses, para poder analizar la situación y conocer la política energética que va a aplicar el Gobierno.

"Antes de tomar cualquier tipo de decisión nos gustaría que se definiera la política energética" para no tomar decisiones que afecten a la cuenta de resultados de la compañía, ha añadido el presidente de Iberdrola, quien ha dicho que hay que saber cómo se va a pagar el coste de la energía nuclear y ver si se puede generar algún beneficio.