Alberto Garzón, ministro de Consumo, ha comparecido durante la presentación del Informe de Sostenibilidad del Consumo en España, elaborado conjuntamente por la Comisión Europea y el Ministerio de Consumo. El ministro ha destacado que la Administración Pública está obligada a actuar para combatir el avance del cambio climático, que "afecta en mayor medida a los más vulnerables". 

A pesar de que la responsabilidad en lo relativo a impacto medioambiental es asimétrica, los que más sufren las consecuencias de ello son aquellos más vulnerables y con menor parte de culpa en la generación de impacto medioambiental. Garzón ha dejado claro que no puede separarse el elemento ambiental del social y mucho menos de "la desigualdad, la pobreza, la distribución o el poder", que también afectan al impacto medioambiental. Son las élites las que tienen una mayor responsabilidad, pero no las que asumen las peores consecuencias, ha destacado el ministro. 

Alimentación

La alimentación ha ocupado un papel central de la presentación y dentro del propio informe. Según los datos presentados por Mónica Di Donato, investigadora cocreadora del informe, la alimentación supone más de la mitad de los impactos ambientales de la huella de consumo española, por delante de vivienda y movilidad. Los productos que más contribuyen al impacto son los productos cárnicos de origen animal (45%), los productos lácteos (15%) y los aceites y bebidas. La Comisión Europea calcula que la sustitución del 25% de productos de origen animal de la dieta por otros de origen vegetal disminuiría un 20% del impacto en la capa de ozono y un 15% en el cambio climático.

En relación con esto, Garzón ha señalado que, si realizásemos cambios en nuestra dieta, mejorarían la salud del planeta y nuestra propia salud. “La ironía es que esas recomendaciones de reducción que se trabajan en el ámbito europeo conllevarían una mejor ecológica y nos acercaría más a la dieta mediterránea”, ha puntualizado el ministro. Respecto a esto, ha recordado que también son los más vulnerables los que sufren los impactos de la alimentación y de las pautas de consumo, que afectan directamente a su salud. Para solucionar esto, ha pedido llevar a cabo una profundización y extensión de la dieta mediterránea, volviendo a las pautas de esta propia dieta que, según el ministro, “es la mejor herramienta” para combatir el cambio climático.