Primero fue la Unión Europa quien decidió topar el precio del petróleo ruso en los 60 dólares. Un límite al que se han sumado en las últimas horas los países miembros del G7 y Australia, con un precio máximo también de 60 dólares -alrededor de 57 euros al cambio- del barril de petróleo ruso. Los miembros del G7 han llegado así a un acuerdo que simula al aprobado por Bruselas.

La ratificación del tope por parte del G7 supone que, además de los Estados miembros de la Unión Europea, otras grandes potencias como Estados Unidos, Japón, Reino Unido y Australia se comprometen a sancionar a Rusia de esta forma para, según el comunicado, evitar que “se beneficie de su guerra contra Ucrania”. Las grandes potencias internacionales abogan entonces por la estabilidad en los mercados energéticos mundiales, con la intención de minimizar los efectos económicos de la guerra.

El tope al barril de petróleo ruso en los 60 dólares se materializa en la práctica este lunes 5 de diciembre, en línea con lo acordado por los Estados miembros de la Unión Europea. Asimismo, los países del G7 y Australia ya han anunciado que, en paralelo, armonizarán la implementación del límite de precios en sus jurisdicciones correspondientes. Un consenso que reafirma las intenciones de las grandes potencias para reducir, de forma paulatina, la dependencia del petróleo y, más concretamente, procedente de Rusia.

¿En qué consiste el tope al petróleo ruso?

El tope al petróleo ruso en los 60 dólares no está diseñado para las propias compras de las grandes potencias mundiales, sino que lo está para los proveedores de servicios nacionales. La Unión Europea, el G7 y Australia pretenden que estos proveedores nacionales no vendan petróleo y derivados procedentes de Rusia a terceros países por encima de los 60 dólares. Se trata de una forma de frenar el enriquecimiento de Rusia tras la invasión a Ucrania que se formalizará en la práctica a través de sus respectivos procesos legales nacionales.

"Alentamos a los terceros países que buscan importar petróleo crudo y productos petrolíferos de origen ruso por vía marítima a aprovechar el tope de precios. Tomamos nota de que esto es en interés económico de estos países, ya que las importaciones por debajo del precio máximo ayudarán a reducir los precios de la energía y restringirán la capacidad de Rusia para beneficiarse aún más de la prima de guerra que ha estado ganando", ha explicado el G7 en su comunicado conjunto.

Los miembros del G7 han recalcado también su compromiso de vigilar “de cerca” la eficacia del tope, así como que se cumpla el precio máximo a la hora de la compra por parte de sus proveedores nacionales. "Estaremos preparados para revisar y ajustar el precio máximo según corresponda. (...) En caso de una revisión del precio, anticipamos incluir una forma de derechos adquiridos para permitir transacciones que se concluyeron antes de la revisión de conformidad con el precio máximo anterior", matiza el grupo en el comunicado emitido este fin de semana.

Von der Leyen asegura que el tope al petróleo ruso ayudará a reducir la inflación

La propia Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha celebrado el consenso para topar el precio del petróleo ruso: “El G7 y todos los Estados miembros de la UE han tomado una decisión que afectará aún más los ingresos de Rusia y reducirá su capacidad para hacer la guerra en Ucrania. También nos ayudará a estabilizar los precios mundiales de la energía, lo que beneficiará a los países de todo el mundo que actualmente se enfrentan a los altos precios del petróleo”. De hecho, una de las justificaciones principales de Bruselas es que este tope contribuirá a reducir la inflación y “mantener estables los costes de la energía”.

Además del tope al precio del petróleo ruso, la prohibición europea para importar petróleo crudo y sus productos derivados transportados por la vía marítima rusa sigue vigente a partir de este lunes 5 de diciembre. “El límite de precio permitirá a los operadores europeos transportar petróleo ruso a terceros países, siempre que su precio se mantenga estrictamente por debajo del límite”, ha explicado la Comisión Europea.