El crédito concedido por las entidades financieras a las familias y las empresas continúa su senda descendente y se desplomó en el quinto mes del año. Así, según el informe publicado este lunes por el Banco de España, la financiación de las familias y las organizaciones sin ánimo de lucro residentes en España retrocedió un 2% (-13.783 millones) con respecto a mayo de 2022, hasta situarse en los 689.251 millones de euros. Por otro lado, el crédito concedido a las empresas cayó aún más, un 3% (-27.444millones), hasta los 921.537 millones de euros.

Atendiendo a la evolución mensual se aprecia también un descenso, tras reflejarse que el endeudamiento de las familias retrocedió en 1.903 millones de euros en mayo en relación con el mes de abril, lo que supone una caída del 0,3%. Por su parte, la deuda de las empresas se situó en los 8.021 millones de euros por debajo de abril, un 0,4% menos. Cabe destacar como aspecto determinante el endurecimiento de las condiciones de crédito acometido por la banca española, a su vez determinada por las políticas restrictivas del Banco Central Europeo (BCE).

El conjunto del tejido financiero encadena ya un año de endurecimiento de las condiciones para acceder a financiación y, según ha confirmado la propia presidenta del BCE, Christine Lagardeno cesará por el momento. El propio Banco de España señaló a principios de mayo que “los criterios de concesión de préstamos y, especialmente, las condiciones generales aplicadas a los nuevos préstamos se habrían endurecido de forma generalizada por cuarto trimestre consecutivo”, lo que explica la caída de la financiación en casi todos sus ámbitos.

Desplome de las hipotecas

La dificultad para acceder a préstamos se ha agravado para los hogares, fuertemente golpeados por las subidas de Euríbor. Los créditos hipotecaros, aquellos que aglutinan la mayor parte de la deuda asumida por los hogares, se han desplomado en abril hasta los 504.601 millones de euros, lo que supone una reducción de 103.008 millones respecto al mismo periodo de 2022 y 1.778 millones menos que en abril. No obstante, el Banco de España muestra que el importe que las familias destinan a su hogar sigue ocupando la mayor parte de su endeudamiento, ya que supone en torno al 73,2% del mismo.

Esta situación puede explicarse por la subida desmedida del Euríbor, principal índice al que se acogen las hipotecas y que está directamente determinado por los tipos de interés. Si bien este solo grava a los préstamos variables, aquellos de tipo fijo de nueva firma también se ven afectados, ya que, su valor de intereses se sitúa por encima del tipo variable, aunque luego no se modifique, ni para bien ni para mal, con el transcurso de los años. En junio, tras quince subidas consecutivas, el Euríbor cerró el mes por encima del 4%.

En otros aspectos, los créditos de las familias destinados al consumo crecieron en mayo un 3,4% en tasa interanual, hasta los 96.208 millones de euros, aumentando ligeramente en relación con el mes anterior (+0,6%). Los préstamos de las familias destinados a otros fines sumaron 85.110millones de euros, por debajo de los 89.281 millones de hace un año y en valores similares a los 85.799 millones de abril.

Cae la financiación empresarial

Por otro lado, la financiación concedida a las empresas en el quinto mes del año también cayó a nivel interanual, debido al descenso tanto de los créditos con las entidades financieras como de los valores representativos de deuda. Así, se acumulan ya varios meses consecutivos de caídas en este sentido. A esto se ha sumado la caída de los préstamos exteriores, que en meses anteriores habían incrementado.

En concreto, los préstamos bancarios de las empresas se situaron en 468.029 millones de euros en el mes de mayo, lo que supone una caída del 3% respecto al mismo mes del año anterior, mientras que los valores representativos de deuda descendieron un 7,7% interanual, hasta los 128.345 millones. Por su parte, los préstamos exteriores descendieron un 0,6% hasta los 325.163 millones.

Como se evidencia, la subida de tipos no afecta únicamente a los hogares y menos en España, donde el groso del tejido empresarial está formado por pymes (99,8%) que requieren de financiación y crédito para asumir los pagos de proveedores o inversiones a futuro del negocio. El aumento del coste de estos préstamos echa para atrás a muchas empresas en su solicitud y complica mucho la situación para otras muchas que ven avanzar el tipo al que tienen que devolver los ya solicitados.