El mundo está inmerso en un proceso de transición hacia un mundo menos carbonizado y más ecológico. España no se queda atrás y la transición ecológica se ha convertido en una de las cuatro patas clave de los planes de recuperación del Gobierno, y de la Comisión Europea, tras el impacto de la pandemia. Las empresas del sector ya han demostrado estar inmersas en este proceso, con sendos objetivos de descarbonización y de reducción de emisiones, a las que también se suma la sociedad en general.

Un informe elaborado por la Fundación Cepsa y Red2Red revela la opinión que tiene la sociedad española sobre la transición ecológica. Bajo el título, “La percepción de la transición justa en España 2022-23”, el Observatorio de la Transición Justa ha realizado una encuesta a la población para analizar las ventajas y oportunidades del avance hacia una economía descarbonizada, así como los retos a los que deben hacer frente autoridades y empresas privadas del sector, como es el caso de Cepsa.

El informe es claro: la transición ecológica es uno de los principales retos transformadores a los que se enfrenta la sociedad actual. La lucha contra el cambio climático exige replantear los sistemas de producción y consumo de energía, lo que afecta a diferentes ámbitos como la agricultura, el transporte o la alimentación. El sector público y las energéticas están impulsando políticas climáticas y proyectos pero, sin embargo, parece que no todas las personas perciben la transición de la misma forma ni tienen las mismas necesidades. Es por esto que desde los más altos niveles reclaman una transición energética justa. Es decir, un proceso que no genere desigualdades en la sociedad, sino una contribución social positiva a todos los niveles, sin diferencias tampoco entre los núcleos urbanos y la España rural.

"Amplio consenso social" sobre el cambio climático

Las primeras conclusiones del estudio revelan que hay un “amplio consenso social” sobre la existencia del cambio climático, frente a un pequeño porcentaje de negacionistas que todavía van en contra de la transición. Según las cifras recogidas por el Observatorio de la Transición Justa de Fundación Cepsa y Red2Red, el 85% de la población considera que el cambio climático es algo “que está ocurriendo con total seguridad”. En el lado contrario, todavía hay un 15% de negacionistas del cambio climático entre la sociedad española.

La conciencia sobre el cambio climático presenta diferencias territoriales, con el litoral mediterráneo mucho más convencido, por ejemplo, que otras zonas como el centro peninsular. Según el informe de Fundación Cepsa, el porcentaje de sociedad concienciada con la transición ecológica supera el 55% en zonas como Cataluña, la Comunidad Valenciana, Murcia, Madrid o Andalucía. Un porcentaje más de diez puntos por encima frente a lo que ocurre en otras regiones como Castilla y León, Castilla-La Mancha o Extremadura.

El informe también revela diferencias de edad con respecto a las opiniones sociales sobre el cambio climático, donde los jóvenes aparecen como los más concienciados con la transición ecológica. Asimismo, todavía hay diferencias de percepción entre el ámbito urbano y rural, donde los habitantes de las grandes ciudades lo consideran una prioridad mayor frente a los habitantes de la España vaciada.

Incertidumbre a corto plazo en el avance de las renovables

No obstante, y en el peor de los resultados, el informe revela que todavía hay una “falta de conocimiento” sobre la transición ecológica. Es decir, sobre qué significa el concepto y en qué  consiste exactamente. Asimismo, el estudio de Fundación Cepsa defiende que las percepciones de la sociedad sobre transición energética son variadas, con varios retos a mejorar en el futuro más próximo. Entre los aspectos más negativos, la transición energética genera incertidumbre para la sociedad, que se traslada incluso en impotencia para la sociedad. Un fenómeno que se da especialmente en las zonas rurales sobre el futuro a corto plazo.

En esta línea, todavía un 40% de la población se reconoce “inquieta” ante la posibilidad de que la transición aumente la conflictividad social en el entorno, todo ello provocado por el desconocimiento. Pero mayor es el porcentaje que reclama una transición “justa”, en la que no ganen los de siempre. Hasta un 70% de los participantes en la encuesta del observatorio consideran que la transición ecológica debe ir acompañada de un proceso participativo. Una demanda que se intensifica en el caso de las zonas rurales.

En el lado más positivo, las perspectivas de la sociedad ante la transición ecológica superan a las negativas. Para el 57% de los encuestados es “una oportunidad”, más que “una amenaza”, especialmente a largo plazo. Prueba de que la sociedad está concienciada con la importancia de avanzar hacia una economía descarbonizada y más respetuosa con el medio ambiente. Además, la transición beneficia al entorno, sea cual sea, y crea empleo. El 60% de los encuestados aseguran que la transición ecológica en España creará empleo de calidad y contribuirá a generar un mayor desarrollo económico. Por su parte, un 20% de los encuestados alerta que su empleo podría cambiar por el impacto de la transición pero se mantiene confiado en que podría adaptarse a los cambios futuros.

La transición ecológica se compone de varios factores, con diferentes perspectivas de la sociedad española. Así, mientras casi el 80% de los españoles está de acuerdo con el despliegue de energía renovable y el impulso al autoconsumo, con un fuerte impacto generacional; el porcentaje se reduce hasta alrededor de la mitad en el caso de potenciar el vehículo eléctrico, una alternativa todavía muy costosa frente al coche tradicional. Menor número de adeptos tienen medidas como cambiar los patrones de consumo de los ciudadanos para avanzar en transición, así como la aprobación de nuevos impuestos climáticos para los ciudadanos.

Opiniones sobre transición ecológica. Fundación Cepsa