Las fábricas de Seat vuelven este lunes al trabajo, tanto las de Martorell como las de Barcelona y el Prat de Llobregat, tras el largo parón navideño provocado por la falta de chips. Sin embargo, retoman la actividad con la incertidumbre ante la posible ampliación de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en vigor, esta vez por la aparición de la variante Ómicron y el impacto de la sexta ola de coronavirus.

"Llevamos un ritmo frenético de jornadas de ERTE agotadas. La sexta ola puede llevarnos a cerrar más turnos de los que esperábamos. Es probable que en febrero o marzo tengamos que renegociar el expediente", ha explicado el presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero.

Los cálculos del representante avanzan que, a finales de enero, se podrían registrar hasta 350 turnos de trabajo cerrados por el actual ERTE, que prevé afectar a 430 turnos hasta junio. Seat tuvo que recurrir al ERTE por la crisis de semiconductores que afecta a la mayoría de los sectores productivos, y en gran medida a la industria automovilística mundial, en septiembre de 2021.

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Parón desde el 17 de diciembre

Una medida que ha permitido a la planta mantener su supervivencia a pesar del parón productivo sufrido en Navidad, precisamente por esta falta de suministros, desde el 17 de diciembre y hasta este domingo 9 de enero. Con la llegada de 2022, el panorama no parece muy positivo para Seat, que reabre su planta rodeada de incertidumbre.

"La sexta ola puede que lleve a cerrar adicionalmente más turnos. Veremos cómo afecta en Asia, donde se producen los microchips, después del efecto que ha tenido ya ómicron en Europa. Estamos colgados con pinzas", advierte el presidente del comité de empresa. Además, Carnero ya afirma que “2022 no será el año de la recuperación”, sino que “será más o menos igual que 2021 […] con una leve mejoría para Seat”, matiza.

En cifras, las plantas de Seat han cerrado el año con alrededor de 350.000 coches producidos, un número similar al de 2020, y las previsiones pasan por alcanzar alrededor de 400.000 para este 2022, todavía muy lejos de los niveles prepandemia de 2019.