Meta, dueña de Facebook, WhatsApp e Instagram, ha anunciado que despedirá a más de 11.000 trabajadores, el 13% de su plantilla, compuesta por 87.000 empleados. Esta decisión supone el mayor recorte de la historia de la compañía y llegan tras el anuncio también de despido masivo en Twitter, tras la compra de Elon Musk.

Esta decisión ya era esperada desde principios de esta semana, cuando ya transcendieron las intenciones de la dirección de la compañía, pero están por encima de lo que se había previsto. Además, a estos despidos masivos se añade que Meta no contratará a lo largo del primer trimestre de 2023.

“No solo el comercio en línea ha vuelto a las tendencias anteriores (a la pandemia), sino que la recesión macroeconómica, el aumento de la competencia y la pérdida de inversiones publicitarias han provocado que nuestros ingresos sean mucho más bajos de lo que esperaba”, ha dicho Mark Zuckerberg, cofundador de la empresa, en un mensaje a sus empleados.

Además, el cofundador ha asumido su mea culpa: “Quiero asumir la responsabilidad de estas decisiones y de cómo llegamos aquí. Sé que esto es difícil para todos, y lo siento especialmente por los afectados”.

Pero, además de los despidos, el directivo de la compañía ha detallado una serie de pasos adicionales que tomará para convertirse “en una compañía más ligera y eficiente”. En este sentido, ha explicado que reducirán los gastos y extenderán la paralización de nuevas contrataciones. Según Zuckerberg, otro de los grandes fallos que cometió su empresa fue “incrementar significativamente” sus inversiones tras la crisis sanitaria motivado por un nuevo interés en el mundo online que supuso el confinamiento.

“Mucha gente predijo que esto sería una aceleración permanente que continuaría incluso después de que terminara la pandemia. Yo también lo hice, así que tomé la decisión de aumentar significativamente nuestras inversiones. Desafortunadamente, esto no salió como esperaba”, ha detallado al respecto. Por ello, el máximo responsable de Meta reconoce que, ahora, la compañía tiene que centrarse en un menor número de sectores, reducir costes y priorizar algunas unidades, como la orientada al mundo de la inteligencia artificial.