Mercadona es una vez más objeto de críticas por parte de grupos “quimiofóbicos” en las redes sociales. En este caso se trata de un bulo sobre el fiambre de pechuga de pavo adobada en el que aseguran que se encuentran componentes cancerígenos.

Tras la alarma social de la carne mechada, los bulos sobre seguridad alimentaria no dejan de aparecer en foros, redes sociales y webs. Uno de los factores es el miedo irracional hacia ingredientes o procesos químicos, tradicionalmente utilizados.

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Ahora los consumidores no se fían de los aditivos, en la mayoría de los casos inofensivos, y acuden a Google para comprobar qué es cada cosa. Ahí pueden encontrar informaciones alarmistas y de dudosa veracidad que recomiendan qué comer o no.

Posibles factores 

Quizás sea por la sobreinformación a la que estamos expuestos, quizás las nuevas tendencias realfooders o los recientes casos como la carne mechada de Magrudis o el atún en aceite de girasol de la cadena Día.

Sea como sea, en este caso le ha tocado a Mercadona, con el fiambre de pechuga de pavo adobada. Más concretamente, una publicación en un grupo de Facebook, llamado Tú decides, ha llegado a cientos de personas, sembrando la inseguridad en los consumidores.

Aseguran que el consumo de este producto no es seguro desde el punto de vista sanitario porque, según la publicación, contiene aditivos “muy peligrosos” que pueden derivar en “alteraciones inmunológicas” o incluso “pueden provocar cáncer”.

Se trata de aditivos como la cochinilla o ácido carmínico (E-120), los carragenanos (E-407) y el nitrito sódico. Pero no hay por qué alarmarse, ninguno de ellos son peligrosos según los expertos y han sido aprobados para el consumo humano.

El objetivo de los aditivos es mejorar las características de un producto, asegurar la conservación correcta del producto y favorecer sus propiedades organolépticas. Por supuesto, todas estas sustancias han sido evaluadas para garantizar su consumo seguro.