El grupo inversor húngaro Magyar Vagon no pierde la esperanza para hacerse con Talgo a través de la oferta pública de adquisición (opa) de acciones lanzada sobre el 100% de la compañía. A pesar del riesgo de contraopa -ya son más que rumores los que han aparecido en las últimas semanas- el grupo húngaro Ganz-Mavag Europe ha acelerado sus contactos y conversaciones con las partes protagonistas de la operación. Así, la cúpula ha mantenido diversas reuniones con los sindicatos más representativos de la compañía en las últimas semanas, como ha podido saber ElPlural.com, y también habría intentado aumentar las conversaciones con el Gobierno para avanzar en la opa sobre el 100% de Talgo. Sin embargo, parece que el Ejecutivo está valorando otras opciones sobre el futuro de la compañía.
Mientras el grupo inversor húngaro se mantiene en la lucha por hacerse con el 100% de Talgo, el Gobierno no solo ha confirmado públicamente su intención de buscar una contraopa a la apuesta de Magyar Vagon sobre Talgo, sino que ha asegurado ya estar buscando alternativas para hacerlo. Apenas un día después de la reunión de András Tombor, CEO de Magyar Vagon, con los sindicatos de la compañía; la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, confirmaba que el Ejecutivo está en contacto permanente con empresas nacionales -en sus palabras "muy importantes y cotizadas"- para diseñar una contraopa sobre Talgo.
"Estamos trabajando para que haya más inversores a los que les interese la participación en esa empresa. Hablamos con empresas españolas que tengan como objeto de interés inversiones en sectores en los que clásicamente no pudieran estar presentes y ahora puedan tener una oportunidad para el negocio", explicaba la voz económica del Gobierno la semana pasada, mientras Magyar Vagon se reunía con los representantes de la plantilla de Talgo para asegurar el futuro de la empresa. No obstante, la responsable de Hacienda del Ejecutivo llamaba a la calma por tratarse de empresas "muy importantes", en sus propias palabras, y aseguraba estar fraguándose con cautela y discreción.
El Gobierno confirma conversaciones para una posible contraopa
Montero no solo estaría buscando empresas españolas interesadas en entrar en el negocio de Talgo, sino que también mencionó la posibilidad de que otras empresas europeas entraran en la ecuación. Todo con el objetivo de la vicepresidenta primera de "dar garantía de que realmente España pueda ser autónoma". Es aquí donde han empezado a coger fuerzas las posibilidades de efectuar una contraopa sobre Talgo, entre los que aparecen nombres propios de empresas como CriteriaCaixa, holding inversor de Fundación "la Caixa" y uno de los grandes grupos inversores nacionales; CAF, otro de los grandes fabricantes de trenes, en este caso de origen vasco, y con un demostrado interés sobre Talgo con intentos anteriores de opas; Stadler, empresa suiza también dedicada a la fabricación de trenes, o Alstom, compañía francesa dedicada a la fabricación de trenes con una fuerte presencia en el sector en España.
Mientras el Gobierno ha dejado claro que actuará ante la opa lanzada por el grupo húngaro sobre el 100% de Talgo -no solo debe dar el visto bueno por considerar a la compañía como empresa estratégica, sino que ha confirmado estar buscando interesados para llevar a cabo una contraopa- desde Magyar Vagon intentan seguir adelante con la operación con diversas conversaciones con todos los protagonistas de la operación. Parece que el Gobierno es reacio a esta operación -posiblemente por la relación de la compañía húngara con el Gobierno de ultraderecha de Viktor Orban o incluso con el presidente ruso Vladimir Putin-, por lo que los húngaros centran sus intentos en convencer a los sindicatos de que su operación sería la mejor para el futuro de Talgo.
El propio András Tombor, CEO de Magyar Vagon, ha prometido a los sindicatos representativos de la plantilla que mantendrá su sede en España si la opa sobre Talgo sale adelante, tal y como ha podido conocer ElPlural.com. Es más, la intención del grupo inversor húngaro va más allá de España y asegura que ampliaría la producción de trenes hasta Hungría, aumentando así la capacidad actual de Talgo. A pesar de la mayor intensidad de estas reuniones en las últimas semanas, la plantilla de Talgo está todavía a la espera -como el resto de protagonistas de la operación- de conocer todos los detalles de la opa de Magyar Vagon. Una información que el grupo húngaro debe trasladar de forma oficial a la CNMV y al Gobierno para recibir la autorización de ambos.
No obstante, los sindicatos sí que reconocen -con matices- que la entrada de un inversor como Magyar Vagon en el negocio de Talgo aumentaría la capacidad de producción del fabricante de trenes, con problemas actuales para cumplir con los pedidos que recibe de diferentes compañías del sector. Es el caso de la propia Renfe, que ha recibido la primera decena del pedido de los trenes Avril hace apenas unos días tras años de retraso e incluso multas económicas por parte de la empresa pública ferroviaria por no cumplir con los plazos del contrato. Fue el ministro de Transportes, Óscar Puente, quien anunció a bombo y platillo en su propia cuenta de X (la anterior Twitter) la recepción de los primeros trenes del pedido encargado a Talgo, todavía con la mayor parte de los trenes pendientes de entregar.
Óscar Puente abre la puerta a la entrada del Gobierno
Precisamente el ministro de Transportes ha sido uno de los más críticos con Talgo durante sus últimas intervenciones, haciendo referencia al pedido retrasado de Renfe, lo que en última instancia retrasaba los planes del Gobierno para llevar la alta velocidad a todos los rincones de España. Puente fue uno de los primeros en asegurar que el Gobierno defendería los intereses estratégico de Talgo como empresa española y se ha convertido en una de las voces autorizadas precisamente por ser el responsable de la expansión ferroviaria a nivel nacional. Es más, ha sido él quien, por primera vez, ha anunciado que el Ejecutivo estaba buscando empresas interesadas en hacerse con el negocio del fabricante de trenes para lanzar una contraopa sobre Talgo.
"Observamos la OPA con el máximo cuidado y a la espera de que otros actores entren en juego, entre los que se encuentran inversores y otros fabricantes. Se puede constituir una alternativa sin el auspicio del Gobierno, pero si hubiera que auspiciarla, valoraríamos esa opción. En eso estamos", aseguraba hace justo una semana el responsable de la cartera de Transportes. Y es que el Gobierno ha dejado muy claro que entraría en Talgo si fuera necesario por lo que, entre los protagonistas de la contraopa sobre Talgo, han empezado a aparecer también rumores sobre la posible entrada de la SEPI, el organismo inversor dependiente del Ministerio de Hacienda, al igual que ha ocurrido en Telefónica.
Los sindicatos alertan: "Tanta rapidez no genera tranquilidad"
Mientras se producen esas conversaciones entre el Gobierno y las empresas nacionales o europeas interesadas en Talgo que ya ha confirmado Montero, también los sindicatos de Talgo reclaman al Ejecutivo celebrar varias reuniones para conocer con mayor detalle los planes del Ejecutivo para asegurar esa autonomía estratégica de la compañía. Así, desde CSIF ya han solicitado una reunión con los departamentos de Economía, Transportes e Industria del Ejecutivo -con Carlos Cuerpo, Óscar Puente y Jordi Hereu a la cabeza- para conocer mejor los planes del Gobierno sobre el futuro de Talgo, se produzca o no la opa del grupo húngaro o bien, se apueste finalmente por la contraopa.
Por otro lado, desde UGT aseguran que "la continua referencia a la rapidez con la que quieren llevar a cabo (Magyar Vagon) la compra de Talgo no genera tranquilidad entre la plantilla, ya que si lo que se busca es estabilidad y la colaboración del comité de empresa, no se entiende tanta premura". Es más, desde el sindicato alertan que toda la serie de reuniones mantenidas durante estas semanas, tanto con los húngaros como con la dirección de Talgo están creando "mayor incertidumbre e inseguridad" ante el futuro de la compañía. Mientras tanto, Magyar Vagon no parece que vaya a abandonar la lucha por Talgo y trata de acelerar la carrera para hacerse con el fabricante de trenes español.
