El País Vasco amanece esta mañana con resaca electoral tras la cita en las urnas de todo su electorado durante la jornada de este domingo 21 de abril. Los resultados reflejan una sólida apuesta por el bipartidismo entre el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y EH Bildu, con un empate de 27 escaños y victoria del primero, que ahora dependerá de la coalición con el PSE-EE para poder gobernar.

Al margen de este resultado, la derecha, cuesta abajo y sin frenos. Entre el Partido Popular (PP) y Vox apenas han reunido el 11% de los votos, con 7 escaños para el primero y 1 para el segundo. Las propuestas de campaña de las dos formaciones de la derecha no han servido para atraer votos y conservarán ahora una mínima representación en el Parlamento vasco frente a las tres fuerzas mayoritarias: PNV (27 escaños), EH Bildu (27 escaños) y PSE-EE (12 escaños).

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Tras conocerse los resultados electorales, que tampoco han beneficiado a Elkarrekin Podemos (0 escaños) ni a Sumar (1 escaño), el líder de la formación de la ultraderecha Santiago Abascal ha afirmado públicamente que “ETA y el partido separatista vasco han ganado las elecciones”. Se ha dirigido concretamente a la política nacional, culpándola de haber permitido que EH Bildu tenga representación en las instituciones. “Los españoles leales a nuestra patria, a la unidad, que defendemos las libertades, estamos retrocediendo posiciones desde hace demasiado tiempo por la complicidad de una gran parte de la clase política nacional a la que hemos escuchado durante los últimos tiempos decir que había que incluir a Bildu en el futuro de las instituciones, a la que hemos visto votar en el Congreso de los Diputados en contra de la ilegalización de Bildu”.

Ante estas palabras, a través de su cuenta de Twitter, el ministro de Transportes Óscar Puente ha reaccionado a ello y ha definido al líder ultraderechista como “un demócrata de los de toda la vida”.

Sin embargo, las declaraciones de Abascal no han generado toda la sorpresa que podrían haber hecho dado que no es la primera vez que ha mencionado a ETA durante la campaña electoral; más bien ha sido el tema clave junto a la inmigración y la delincuencia.

El miércoles pasado ya calificó al candidato de EH Bildu a lehendakari como “portavoz de ETA, candidato de ETA y lacayo de ETA”. Esto vino después de que Pello Otxandiano se negara a reconocer a la banda terrorista como tal y la definiera como “banda armada” en una entrevista concedida a la Cadena SER, algo que a Abascal no le pareció nada nuevo: “No sé cuál es la sorpresa”.

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En la misma línea, igual que hizo anoche tras conocer los resultados electorales y el triunfo de EH Bildu como segunda fuerza más votada, aprovechó también para culpar a los partidos que pactan con esta formación y que permiten su representación en la Cámara vasca. Se refirió exactamente a los partidos de la oposición que se mostraron sorprendidos cuando Otxandiano no quiso definir a ETA como grupo terrorista utilizando “todo tipo de artimañas dialécticas” calificando de “gigantesca hipocresía de los partidos escandalizados”, e insistió: “Los responsables son los que pactan con ellos”. Sobre la propia formación añadió que “solo hay una razón para explicarlo y es que ese partido político es ETA y está dominado por ETA y se debe a ETA”.

Por parte de la otra fuerza de la derecha también han compartido la misma postura. Desde Génova, la secretaria general del Partido Popular, Cuca Gamarra, señaló que “a ningún demócrata le puede sorprender que Bildu diga tal cosa”, “no es nada nuevo y son los mismos de siempre”.

De nuevo, pusieron el foco de la responsabilidad tanto en el PNV como en el PSOE, que para los populares, al igual que para la ultraderecha, son los que ha hecho “un ejercicio de hipocresía”. “Lo que vemos es que caretas fueras al final de la campaña. Pactan con Bildu a pesar de que no condenan el terrorismo. Se apoyaban en ellos antes de esta convocatoria electoral y lo harán cuando terminen estas elecciones. Esto es lo que hay”.

Tras las diferentes reacciones, incluidas las de partidos de la izquierda, Otxandiano se disculpó públicamente por si con sus palabras “había herido la sensibilidad de las víctimas”, aunque siguió sin reconocer a la banda terrorista. 

Ahora, EH Bildu será la principal fuerza de la oposición en la Cámara vasca con 27 escaños, los mismos que el nacionalista PNV, que se encomendará al apoyo de los socialistas para inaugurar así la nueva legislatura.