El año 2021 viene con nuevos impuestos que afectarán especialmente a los ahorradores, a las empresas, a los más ricos y también al consumo de algunos productos. Según las previsiones del Ministerio de Hacienda la cifra rondará los 6.000 millones de euros. Habrá que estar atentos a esta cifra porque en el mundo fiscal siempre es muy difícil cuadrar la cifra final con la esperada. Es más, algunos economistas apuntan a un excesivo optimismo del Gobierno sobre estas cifras.

Han sido varios los ejes en los que se ha fijado el Ejecutivo para subir los impuestos en una coyuntura económica complicada después del derrumbamiento del crecimiento en 2020 (-12% del PIB según datos aún provisionales). Aunque en esta coyuntura de la pandemia de la Covid-19, Europa ha dado carta blanca –de momento- al endeudamiento público para que acometa medidas de impulso de la economía y, sobre todo, de amortiguador del desastre, es necesario dar alguna señal para evitar el descontrol de las grandes cifras públicas.

Ha sido necesario combinar esas mayores necesidades de recaudación con una economía paralizada y, por tanto, con menos ingresos en el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) ante el aumento de la cifra de parados y también en el Impuesto de Sociedades (caída del beneficio y cierre de muchas compañías). Por ello, muchas de las subidas de impuestos se han atenuado o desaparecido respecto a los anuncios del Gobierno de coalición PSOE-UP. Por ejemplo, la eliminación de las bonificaciones al diésel (con la subida del precio de este combustible) no ha sido posible, ante la falta de apoyo del PNV. Y en otros muchos impuestos viejos o recién nacidos en este 2021, negociaciones y trámites han enfriado el apetito recaudatorio inicial.

En los que afectan a las personas, esta moderación se ha producido en el IRPF que subirá dos puntos para los trabajadores que ingresen más de 300.000 euros al año, así como aquellos con rentas de capital anuales de 200.000 euros para los que el impuesto sube tres puntos. Una medida que tiene previsto recaudar 580 millones pero ya en 2022 (declaración de 2021). También se ha establecido la continuidad en el Impuesto sobre el Patrimonio que hasta ahora precisaba de aprobación anual. Hacienda aumenta la tributación desde el 2,5% al 3,5%, pero aquí no hay recaudación prevista ya que es un tributo transferido a las Comunidades Autónomas que, como el caso de Madrid, lo tiene bonificado al cien por cien. Aquí se ha abierto una polémica sobre si existen o no paraísos fiscales en algunas autonomías, y se espera que en próximos año se recupere el impuesto y los gobiernos regionales solo puedan moverse dentro de una horquilla sin poder llegar a eliminarlo.

En el entorno de los particulares, se reduce la aportación máxima de los planes de pensiones individuales que antes era de 8.000 euros y ahora se quedará en 2.000 euros. Con ello, la desgravación de este producto se reduce y Hacienda prevé un ingreso extra de 490 millones en 2021 y 2022. También los ahorradores en seguros verán aumentar el tipo del gravamen del impuesto sobre las rentas que pasará del 6% al 8% con una previsión recaudatoria de 450 millones de euros solo en 2021.

Otra medida afectará a aquellos inversores en Bolsa que hagan operaciones en compañías con un valor bursátil superior a los 1.000 millones de euros. Actualmente, afectaría a la compraventa de 56 empresas de la Bolsa española y el tributo será del 0,2% sobre el importe con una previsión de recaudación de 850 millones de euros en 2021. Este impuesto, conocido popularmente como Tasa Tobin, siempre se ha quedado por debajo en otros países que lo han implantado como Francia o Italia respecto a la previsión inicial. Un penúltimo impuesto que afectará a los particulares se trata del de matriculación de vehículos. Se produce como consecuencia de una nueva normativa que liga este pago con las emisiones del vehículo que se adquiera.

Dentro del mundo de los impuestos indirectos –aquellos que se pagan en función del consumo- destaca la subida del Impuesto del Valor Añadido (IVA) para las bebidas azucaradas y edulcoradas que pasa del 10% actual hasta el 21% y con el que se prevén recaudar 400 millones de euros. Además, se crean dos impuestos verdes sobre residuos y envases de plástico con una recaudación de 861 millones y 491 millones, respectivamente.

Mundo empresarial

En los impuestos a las empresas, la mala coyuntura económica ha frenado proyectos recaudatorios más ambiciosos como impedir que las exenciones dejasen este tributo por debajo del 15% de las ganancias como actualmente ocurre en muchas compañías. Así, se limita la exención del 95% de los beneficios generados por filiales de una compañía siempre que facture más de 40 millones al año. Por tanto, no afecta a las pequeñas sociedades. Con ello, está previsto recaudar 473 millones de euros.

En este año, las Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión Inmobiliaria (Socimis) dejarán de estar libres de impuestos y deberán abonar el 15% de aquellos impuestos que obtengan y no se hayan distribuido entre sus acciones. Una medida con la que Hacienda prevé ingresar 20 millones de euros.

Pero el grueso de la recaudación empresarial vendrá de la controvertida Tasa Google con la que se esperan ingresos de 968 millones de euros y  afecta a las grandes compañías por los servicios de publicidad, la venta de datos y la intermediación en los anuncios. Esta tasa ha traído problemas a otros países como Francia donde Trump puso pegas a sus exportaciones de vino como respuesta a la tasa y también en España su simple anuncio tuvo repercusiones en algunas importaciones estadounidenses como la aceituna de mesa. En este sentido, el nuevo presidente Joe Biden es una incógnita de cómo reaccionará a estas impuestos.