Iberdrola ha reiterado su intención de hacerse con la empresa norteamericana PNM Resources, a través de su filial Avangrid, y amplía el plazo hasta 2023. Las compañías han firmado un acuerdo para extender el vencimiento del contrato de fusión hasta el próximo 20 de abril de 2023, una fecha prorrogable por el acuerdo de ambas partes en tres meses más, según ciertas circunstancias.

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El grupo continúa con el objetivo de materializar esta compra, que supondría la gran operación de la energética española para acelerar su crecimiento en el mercado estadounidense.

Las partes han preparado un recurso de apelación ante el Tribunal Supremo de Nuevo México, que rechazó el acuerdo inicialmente. El regulador de Nuevo México emitió una resolución que rechazaba el acuerdo de voluntades firmado entre Avangrid, la filial de Iberdrola, PNM Resources, algunas de sus filiales y ciertas terceras partes. Así lo ha comunicado Iberdrola esta mañana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El regulador tumbó la compra hace apenas unas semanas, con una negativa unánime por parte de los cinco miembros de la comisión. Estos responsables consideraban que los riesgos del acuerdo eran superiores a los beneficios prometidos a los contribuyentes estatales.

La operación de Iberdrola en el mercado de Estados Unidos suponía un valor de empresa implícito de alrededor de 8.300 millones de dólares, el correspondiente a alrededor de 7.007 millones de euros; con una deuda neta más ajustes de aproximadamente 4.000 millones de dólares, alrededor de 3.377 millones de euros.

La adquisición de PNM Resources por Avangrid supondría la creación de una de una de las mayores compañías del sector en Estados Unidos, con diez eléctricas reguladas en seis estados y la creación del tercer operador de energías renovables del país, con presencia hasta en 24 estados.