El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha confirmado este martes la multa millonaria de 2.424 millones de euros a Google, impuesta inicialmente por la Comisión Europea en 2017 por abuso de posición dominante, y la sanción económica a Apple, en este caso de más de 13.000 millones de euros por las ventajas fiscales de las que ha disfrutado el gigante en Irlanda y que la justicia europea considera ilegales. 

Hace siete años, la Comisión Europea impuso una multa a Google por abuso de posición dominante a través del motor de comparación de productos Google Shopping. Ahora, la justicia europea ha desestimado el recurso de casación planteado por Google y su matriz, Alphabet, contra la sentencia anterior de primera instancia, por lo que la compañía tendrá que hacer frente a la sanción económica impuesta por Bruselas. Algo parecido ha ocurrido en el caso de Apple, que también recurrió la sentencia, y que tendrá que pagar ahora más de 13.000 millones de euros por las ayudas fiscales que la justicia europea entiende como ilegales

En el caso de la sanción a Apple, la justicia europea obliga ahora a la compañía a devolver más de 13.000 millones de euros, más intereses, en ayudas fiscales consideradas por Europa como "ilegales", de las que se benefició durante años por el régimen especial irlandés. La sanción fue inicialmente dictada por Bruselas hace casi una década pero, tanto desde la compañía como desde Dublín, recurrieron la decisión ante la justicia europea. Ahora, la sentencia conocida este martes, y ante la que no cabe recurso, anula un primer fallo en primera instancia dictado por el Tribunal General de la Unión Europea en 2020, hace cuatro años, en el que se concluyó que los servicios comunitarios no habían demostrado suficientemente la existencia de una ventaja selectiva a favor de esas sociedades.

El caso de Apple en Irlanda arrancó en 2016, cuando la Comisión Europea concluyó que Irlanda había concedido un trato de favor a la multinacional, un trato que le permitió pagar "sustancialmente menos impuestos" que otras empresas por una "ventaja selectiva" prohibida por las reglas europeas de competencia. En concreto, se refiere a dos resoluciones fiscales de la agencia tributaria irlandesa de 1991 y 2007 a favor de Apple Sales International y Apple Operations Europe, que avalaban los métodos empleados para que ambas empresas asignasen beneficios a sus respectivas sucursales irlandesas. Las resoluciones se mantuvieron vigentes entre los años 1991 y 2014 pero la Comisión Europea solo pudo ordenar la recuperación del dinero no pagado durante un periodo de diez años anterior a la primera solicitud de información, que se remonta a 2013.

Las empresas no pueden recurrir la multa

La multa impuesta a Apple sería de 13.000 millones de euros más intereses mientras que, en paralelo, Irlanda ya tiene bloqueados en un fondo los 14.300 millones de euros depositados por Apple en 2018, una parte de 13.100 millones no pagados en impuestos y otros 1.200 millones en intereses. A día de hoy, tras esta sentencia, Apple ya no podría recurrir de nuevo la multa europea, como tampoco podría hacerlo Google con su correspondiente sanción. 

En el caso de Google, se trata de una sanción de 2.424 millones de euros -una cantidad muy inferior a la de Apple- por un abuso de posición dominante al favorecer a su propio servicio de comparación de productos frente a la competencia a nivel comunitario. La Comision Europea ya sancionó al gigante tecnológico en 2017 al concluir que se sirvió de su posición en el sector de las búsquedas, siendo el más utilizado durante años, como palanca para presentar los resultados de su nueva herramienta.

Según la Comisión Europea, esto tuvo como consecuencia que los usuarios hiciesen clic más a menudo en los resultados de los servicios de comparación de productos de Google que en los de la competencia, por lo que entendía que el desvío del tráfico de datos de la página de resultados generales de Google no se debía a una mejor calidad de su servicio sino al "autofavoritismo" de la compañía en el sector. En ese momento, la justicia europea impuso una multa de 2.400 millones de euros a la compañía y Alphabet, como socio único de Google, respondió solidariamente por un importe de 523.518.000 euros. No obstante, las firmas recurrieron el asunto ante la justicia europea, que ya dio la razón a Bruselas en primera instancia y que ha confirma en el recurso de casación de este martes. 

El TJUE recuerda ahora que el derecho comunitario no prohibe la existencia en sí misma de una posición dominante, pero sí su explotación abusiva, y añade que la investigación desarrollada por el Ejecutivo comunitario demostró que, en este caso, el comportamiento de Google fue discriminatorio y no correspondía a la competencia basada en los méritos. 

Google, "decepcionado con la decisión del Tribunal"

Por el momento, Google ha reaccionado a la sentencia asegurando estar "decepcionados con la decisión del Tribunal". "Esta sentencia se refiere a unos hechos muy concretos y ya en 2017 introdujimos cambios para cumplir la decisión de la Comisión Europea. Nuestro enfoque ha funcionado con éxito durante estos más de siete años, generando miles de millones de clics para más de 800 servicios de comparación de compras", defiende el gigante.

Por el momento, las acciones de Apple están a la espera de que abra el mercado estadounidense alrededor de las 14 horas, hora española, aunque pierden un 1,22% en la preapertura de la sesión bursátil al otro lado del charco. Por su parte, Google ya cae en la preapertura un 0,30% y cerró la última sesión con una pérdida de alrededor del 1,50%. 

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