Ya es oficial. Ferrovial se va de España. Lo hace con el apoyo de sus accionistas en un momento en el que ni siquiera los contrarios al cambio de sede social de la compañía a Países Bajos han ejercido el derecho de separación. Tras una primera confirmación de la compañía a ElPlural.com el pasado viernes 19 de mayo, ahora la multinacional de la familia del Pino ratifica el resultado en una información privilegiada remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), un trámite al que está obligado por ser todavía una cotizada del Ibex.

Ferrovial confirma al regulador que ninguno de los accionistas que votaron en contra de llevarse la sede de Madrid a Holanda en la junta ordinaria de accionistas celebrada el pasado 13 de abril ha solicitado el derecho de separación hasta el plazo que ha cerrado definitivamente este jueves 18 de mayo. "No nos consta que ninguno lo haya ejercido", aseguraban fuentes de la compañía el viernes a mediodía.

El proceso se ha cerrado formalmente este miércoles, en base a los plazos marcados, confirmando que no ha habido ningún cambio en los resultados. "El procedimiento establece un plazo de cuatro días para que los custodios terminen de corroborar la información", explicaban fuentes de Ferrovial al ser consultadas. Una comprobación que la compañía encargó a Banco Santander, así como la gestión de este derecho de separación, que ha quedado sin efecto para los accionistas díscolos. 

La compañía también confirma que ninguno de los acreedores ha ejercido su derecho de oposición a la marcha de la multinacional. Una realidad más que previsible desde la aprobación de la salida de Ferrovial de España en la junta ordinaria de accionistas celebrada el pasado 13 de abril, materializada en el papel por el consejo de administración de la compañía como la fusión transfronteriza intracomunitaria entre Ferrovial como matriz y su filial holandesa FISE. 

El hermano díscolo de la familia del Pino permite la marcha de Ferrovial 

Las dudas sobre el efecto que podría tener el derecho de separación sobre la intención de Ferrovial de irse de España no han quedado del todo disipadas hasta este miércoles a última hora, después de terminar el plazo de un mes para ejercerlo hasta el pasado jueves 18 de mayo. Y es que los accionistas de la compañía representativos del 5,7% que votaron en contra de la propuesta de llevarse la sede de la compañía a Países Bajos tenían en sus manos el traslado de la sede social de la multinacional de los del Pino, frente al 93,3% de los accionistas que ratificaron su visto bueno a la propuesta del consejo.

En ese 5,7% del capital en contra de hacer las maletas para irse a Países Bajos se encontraba Leopoldo del Pino Calvo-Sotelo, el hermano del presidente y cuarto máximo accionista de la compañía, con un 4,25% de la empresa familiar, frente al más del 20% del capital en manos del presidente de la compañía, Rafael del Pino Calvo-Sotelo. El voto en contra de Leopoldo del Pino en la junta de accionistas dejaba abierta la puerta a la permanencia de Ferrovial en España, en su sede histórica situada en Madrid. No obstante, desde la compañía confirman que el hermano de Rafael del Pino no ha ejercido finalmente el derecho a separación. Ni él ni ninguno de los demás accionistas, como consta ya oficialmente. 

Así se reparte el accionariado de Ferrovial

Al 4,25% de Leopoldo del Pino se sumó otro 1,45% de votos en contra procedentes de los accionistas minoritarios de Ferrovial en la junta ordinaria del 13 de abril para alcanzar un 5,7% total en contra de la propuesta. No obstante, todas las miradas estaban puestas sobre la decisión del hermano del presidente en el plazo que ha tenido para ejercer el derecho de separación, desde el pasado 18 de abril con la publicación del acuerdo de la propuesta en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME), hasta el pasado jueves 18 mayo.

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Y es que si Leopoldo del Pino hubiera querido vender todas sus acciones y desvincularse así totalmente de la empresa familiar, Ferrovial habría tenido que quedarse en España. La propia multinacional marcó los límites del derecho de separación en un 2,56% del capital, correspondiente a la cifra exacta de 500 millones de euros, requisitos imprescindibles para poder efectuar la mudanza. En la práctica, esto suponía que si Ferrovial tuviera que desembolsar 501 millones de euros por ese derecho de separación ya no se iría de España ya que la participación de Leopoldo del Pino en Ferrovial está valorada en alrededor de 800 millones de euros. 

La evolución búrsatil de Ferrovial deja sin efecto el derecho de separación 

El derecho de separación ofrecido por Ferrovial en su propuesta inicial consistía en una especie de programa de recompra de acciones al que se comprometió como compensación económica a aquellos accionistas contrarios al traslado de la sede social de la constructora a Países Bajos. Un requisito explicado desde el principio en la propuesta del consejo de administración publicada el 28 de febrero, el día en el que comenzó todo el culebrón Ferrovial. Ahora, casi tres meses después, parece que el derecho de separación no ha puesto en peligro en ningún momento la marcha de Ferrovial de las fronteras españolas. 

Dicha compensación económica estaba fuertemente marcada por la evolución de la acción. Ferrovial ofrecía el derecho de separación a sus accionistas con la recompra de acciones a un precio de 26 euros por título. La multinacional marcó el precio exacto de recompra en los 26,0075 euros por acción, calculado en base a la media de cotización de la acción en los tres meses antes del anuncio sorpresa de su intención de marcharse el 28 de febrero, es decir, hasta el 27 de febrero. Sin embargo, la acción de Ferrovial no toca esos niveles desde el pasado 12 de enero y, desde el anuncio de la propuesta del consejo de administración de la compañía para marcharse de España, la valoración de la compañía no ha dejado de subir en el Ibex.

De hecho, la multinacional se ha mantenido alrededor de los 29,50 euros por acción en la sesión del pasado jueves, en las últimas horas en las que los accionistas podían acogerse al derecho de separación ofrecido por la compañía. Una valoración bursátil muy por encima de lo que les ofrecía Ferrovial si optaban por vender sus acciones. La compañía ha ido registrando subida tras subida en las últimas sesiones en el Ibex 35 y el pasado viernes, tras conocerse los primeros resultados del derecho de separación, la acción tocaba nuevos récords históricos en su cotización, en los 29,56 euros por acción. 

La mayor rentabilidad de la acción de Ferrovial en el parqué madrileño de las últimas semanas ha dejado sin efecto el derecho de separación ofrecido por la multinacional desde el principio, lo que se traduce en vía libre total para que Ferrovial haga las maletas y se marche de EspañaUna mudanza prevista por la compañía para los próximos meses y que supondría que Ferrovial celebrara la Nochevieja ya en Países Bajos.