César Alierta (Zaragoza, 1945- Zargoza, 2024), expresidente de Telefónica durante 16 años, ha fallecido este miércoles 10 de enero en un hospital de Zaragoza por problemas respiratorios a los 78 años de edad. El que fuera presidente ejecutivo de Telefónica durante 16 años, desde el año 2000 hasta el 2016, fue un hombre clave en la privatización de una compañía que, hasta apenas unos años antes, estaba en manos del Estado. Fue José María Aznar quien decidió privatizar Telefónica en 1996, terminando el proceso completo en 1999. Tras cuatro años de mandato de Juan Villalonga como líder de la empresa privada, Alierta se convirtió en el nuevo presidente de Telefónica, concretamente el 26 de julio del 2000. Un plan de privatización en el que el directivo ya tenía experiencia y es que también fue el encargado de privatizar Tabacalera, por orden de Aznar, apenas unos años antes. 

Licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza en 1967, Alierta fue clave en la expansión del gigante nacional de las telecomunicaciones por excelencia y considerado por muchos como el responsable de la conversión de la teleco en una empresa internacional que le permitiera competir con los demás actores europeos del sector. Una conversión que, casualmente, ha vuelto ahora a la palestra por el caso Telefónica y los movimientos para irrumpir en su capital, tanto por parte del gigante de las telecomunicaciones Saudí Telecom Company (STC) como del Estado, representado por la SEPI. A la espera de cómo se materialicen los movimientos de ambas en Telefónica, el papel de Alierta marcó el camino para dotar a la compañía de un carácter internacional más allá de su España natal.

La muerte de uno de los directivos que ha marcado la historia de Telefónica coincide también con el arranque del centenario de la compañía, que cumple sus primeros 100 años este 2024. Un año que desde la teleco preveían de celebración total, a pesar de los problemas actuales por el culebrón con la irrupción sorpresa de STC y el ERE para su negocio en España -precisamente este mismo martes ha arrancado el periodo de suscripción para los trabajadores que quieran acogerse voluntariamente- y que queda empañado ahora por la muerte de Alierta a los 78 años de edad nada más empezar el año. 

Alierta dio paso a Pallete en 2016 por motivos personales

Alierta abandonó la presidencia de Telefónica en 2016 por motivos personales, según fuentes cercanas por el fallecimiento de su mujer un año antes, para dejar a José María Álvarez-Pallete al mando y pasar a ocuparse de la presidencia de la Fundación Telefónica, un cargo en el que se mantuvo hasta 2022. Pallete ha liderado la compañía desde entonces, hace ya ocho años, manteniendo la estrategia de internacionalización de la compañía, ahora con un fuerte impulso a la transición digital hacia una Telefónica del siglo XXI. Alierta consiguió posicionar a Telefónica como líder de las telecomunicaciones en los mercados clave europeos pero también al otro lado del Atlántico. La teleco cruzó el charco durante la etapa del directivo para posicionarse como uno de los gigantes del sector en países como Brasil o Perú, donde ha contribuido a la mejora de las comunicaciones de la sociedad y donde, a día de hoy, mantiene su rol como operador principal.

“Telefónica ha pasado de ser un actor destacado en el sector de las telecomunicaciones en España y Latinoamérica, a convertirse en un líder en los principales mercados que han supuesto su apuesta estratégica: Brasil, Alemania, España e Hispanoamérica. Durante su mandato, Alierta ha situado a Telefónica a la vanguardia de las telecomunicaciones mundiales, adelantándose a la competencia en la toma de decisiones estratégicas que convirtió en tendencia, como la amortización de las licencias UMTS o la creación de Telefónica Digital”, celebraba la compañía en el comunicado de despedida emitido en 2016 del que fuera su presidente durante 16 años.

La creación de Telefónica Digital por parte del directivo -ahora Telefónica Tech- fue ya un gran paso para la conversión de la compañía hacia lo que conocemos a día de hoy como un gigante de las telecomunicaciones. Supone también un paso hacia la Telefónica del futuro, una de las metas principales de Pallete en el aniversario de la compañía que acaba de empezar. Durante su etapa en Telefónica, el directivo se encargó también del liderazgo del Consejo Empresarial para la Competitividad, con el objetivo de defender la imagen de la economía y las empresas españolas en el exterior, un cargo para potenciar la marca España. 

En Tabacalera nombrado por Aznar 

Además de sus 16 años en Telefónica, el directivo zaragozano se encargó de la gestión de Tabacalera desde junio de 1996, también por orden del Gobierno popular de José María Aznar. El empresario ocupó la presidencia de Tabacalera, por entonces una empresa pública durante años hasta que también esta compañía terminó por ser privatizada por el Gobierno de Aznar y unificada en Altadis. A pesar de ser licenciado en Derecho, el directivo empezó su carrera en la banca, concretamente en Banco Urquijo como analista financiero para fundar por sí mismo, a mediados de 1985, Beta Capital.

Más allá de su papel como empresario clave en la economía española, Alierta destinó parte de su vida y su fortuna a su equipo de fútbol de toda la vida, el Real Zaragoza, convirtiéndose en uno de sus principales accionistas en el verano de 2014. La familia Alierta es una de las más conocidas de Zaragoza y ha estado fuertemente ligado a la política local y nacional. Alierta padre, Césareo Alierta Perela, fue alcalde de la ciudad de Zaragoza y presidente del club de fútbol de la ciudad, del que César Alierta hijo se convirtió después en máximo accionista. También su hermano, Marino Alierta, ha pasado parte de su carrera política como senador del Partido Popular y diputado por UCD. Y es que bien conocida era la relación de César Alierta con José María Aznar, quien le erigió como presidente de Telefónica en el arranque del nuevo siglo.