Los accionistas de Repsol han dado el visto bueno y su confianza al tándem Antonio Brufau-Josu Jon Imaz, el primero como presidente no ejecutivo de la compañía y el segundo como consejero delegado, en la junta ordinaria de accionistas celebrada este jueves en Madrid. El mantenimiento de la cúpula directiva de la compañía durante, al menos, cuatro años más, ha centrado la reunión ordinaria de los accionistas de Repsol, que ha contado con cambios en el consejo de administración, con la entrada de María del Pino Velázquez como nueva consejera independiente externa.

Brufau, presidente no ejecutivo de Repsol, anunció en 2019 que dejaría su cargo en 2023. No obstante, parece haber cambiado de opinión y continuará trabajando en la multienergética hasta 2027 mano a mano con Josu Jon Imaz como hasta ahora, cumpliendo 79 años en el cargo, tras la confianza depositada por sus accionistas. El tándem Brufau-Imaz continuará a la cabeza de Repsol, inmersos en un proceso de descarbonización justa y ordenada y un plan estratégico que lleve a la compañía a cumplir con su objetivo de cero emisiones netas en 2050. Un objetivo que, en palabras del propio presidente durante el discurso inaugural de la junta de accionistas, ha encontrado un “nuevo factor de complejidad” por la situación energética en Europa. 

Tanto el presidente como el CEO de Repsol han desgranado las claves del negocio en sus discursos iniciales, centrados en una primera parte en el impacto de la guerra de Ucrania sobre el sector energético europeo. Un conflicto que ha provocado, para Brufau, una “fragmentación de la economía mundial” y ha despertado “desconfianza entre regiones”. “Europa podría quedar en la periferia del gran grupo económico”, alerta el presidente no ejecutivo de Repsol sobre el futuro. 

Brufau: “En 2050 tendremos una Repsol mucho más fuerte, rentable y sostenible”

Brufau ha ratificado ante sus accionistas los objetivos de Repsol a futuro, con una prioridad clara para la compañía: “transformar para que todo el planeta alcance la descarbonización”. El presidente de Repsol ha hecho referencia a uno de los conceptos más populares en los últimos meses en el sector como el “trilema energético”, que tiene entre una de sus patas principales fomentar la independencia energética tras las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania. “En algún momento hemos olvidado en Europa que la dependencia energética en un solo país podía generar una crisis de suministro”, ha lamentado Brufau. 

La llegada de una “nueva era en el ámbito geopolítico” con la competencia tecnológica industrial en el centro, en palabras del presidente de la compañía, marcará el futuro de Repsol y del resto del sector. En este ámbito China vuelve a liderar la economía internacional en “un mundo bipolar” que comparte con otro gigante, Estados Unidos, en una posición privilegiada por el Plan IRA de Joe Biden. En el discurso posterior, el propio CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, revelaba que EEUU se ha convertido en el mayor suministrador de gas natural para España, en base a los datos obtenidos durante 2022.

Ante esto, Brufau pide contar con “cierta autosuficiencia de materiales críticos en Europa” ya que, considera, todavía hay dependencia geopolítica de China. “A día de hoy hay dependencia geopolítica de China en cuanto a materiales. No somos autosuficientes. Tenemos capacidad para producir energía eólica y fotovoltaica pero tenemos que traer los materiales de China” -ha explicado Brufau durante su discurso inicial- “Nuestros políticos tienen que empezar a pensar cómo crear esa cadena de valor desde el principio, cómo la gestionamos y cómo la soportamos”. El presidente ha hecho referencia en este momento al Plan IRA de Biden -"los políticos estadounidenses ya lo están haciendo"- y lamenta el papel actual de España en el sector. “Hace años España fue líder en la gestión de energía eólica y solar pero lo perdimos”, ha reconocido el presidente no ejecutivo. 

Tras hacer un repaso de la situación geopolítica, el presidente reelegido por sus accionistas ha cerrado con un mensaje que deja claro el futuro de la empresa: “Repsol es una empresa multienergética y eso pocos pueden decirlo. Producimos combustibles relacionados con el petróleo todavía porque es lo que el mundo necesita ahora. Producimos otro tipo de combustibles para que la gente pueda elegir. Las demandas de la sociedad van a ser distintas pero también van a ser mejores. Esta casa va a liderar la transición energética industrial y va a ser mucho más rentable”. “En 2050 tendremos una Repsol mucho más fuerte, más rentable y más sostenible”, ha terminado entre aplausos el máximo directivo de la compañía. 

María del Pino entra en el consejo de Repsol

Las reelecciones y nombramientos de consejeros han ocupado una parte importante de la junta de accionistas de Repsol -en el orden del día incluye desde el décimo hasta el 17º punto-, además de las decisiones habituales sometidas a votación en este tipo de reuniones. Así, además de dar continuidad a Brufau e Imaz como miembros del consejo de administración y en la cúpula directiva de Repsol, los accionistas han ratificado la reelección de consejeros como Aránzazu Estefanía Larrañaga, María Teresa García-Milá Lloveras, Henri Philippe Reichstul y John Robinson West. 

A estos habituales se suman nuevos nombramientos como Manuel Manrique Cecilia, por cooptación y reelección, y de María del Pino Velázquez Medina, que pasa a formar parte de Repsol como consejera externa independiente durante los próximos cuatro años. La nueva consejera externa de Repsol es licenciada en Ciencias Matemáticas con la especialidad de Estadística por la Universidad Complutense de Madrid y MBA por el IESE de Barcelona. Del Pino inició su carrera profesional en Accenture y A.T. Kearney como consultora y ha ocupado altos cargos en el servicio de atención al cliente desde entonces. 

María del Pino ha trabajado como miembro del Gabinete de Presidencia y del equipo de Planificación Estratégica senior del Banco Santander para, posteriormente, ser nombrada directora de Atención al Cliente en Airtel (Vodafone). La directiva fundó su propia empresa en 1999, Grupo Unísono, dedicada a prestar servicios a grandes corporaciones sobre experiencia del cliente, y fue presidenta del consejo de administración de esta hasta agosto de 2021, año en el que la compañía fue adquirida por el Grupo Altice y en la que se desvinculó de ella.

Aumento del dividendo para sus accionistas

Además del epígrafe dedicado a la composición del consejo de administración, los accionistas han dado su visto bueno a las cuentas de Repsol al cierre de 2022, así como la gestión del consejo en el ejercicio anterior. Repsol cerró el año con un beneficio de 4.251 millones de euros, un 70% más que el año anterior a pesar del complejo escenario energético, y el consiguiente anuncio de inversiones récord para este 2023, por más de 5.000 millones de euros.

De los más de 5.000 millones de euros anunciados para este 2023, el 35% irán destinadas al objetivo de la multienergética de convertirse en cero emisiones netas en 2050. “Hemos sido pioneros en el sector, marcando ese objetivo ya en 2019”, ha recalcado Imaz en su discurso. El CEO ha respondido a las críticas de greenwashing vertidas sobre la empresa durante su discurso con una cifra: “Repsol ha reducido su huella de intensidad en un 10% desde 2016”. 

En esta línea, Imaz ha defendido el papel que juega la compañía en el mantenimiento de la seguridad de suministro y en su idea de avanzar en una transición energética justa y sostenible. “Repsol tiene que estar preparada para acompasarse a lo que pasa en el mundo. Si el mundo necesita petróleo y gas tenemos que producirlo, aunque trataremos de reducir al mínimo la huella de CO2. El mundo va a necesitar petróleo pero un petróleo que no emita CO2. La transición energética también va a necesitar del petróleo”, ha reiterado el segundo de Brufau ante sus accionistas. 

Los accionistas de Repsol han aprobado también la mejora de su propia retribución a partir del beneficio obtenido por la compañía al cierre de 2022. En este caso, el consejo de Repsol ha fijado el reparto de un dividendo correspondiente a 0,375 euros brutos por título con cargo a reservas libres entre sus accionistas en base a sus resultados de 2022, que se sumará a los 0,35 euros brutos por título ya repartidos entre los accionistas, con un reparto de 0,70 euros por acción. “En tres años hemos cumplido con el objetivo de remuneración a los accionistas del plan estratégico. Nuestra retribución es una de las más atractivas de la bolsa española”, ha defendido el consejero delegado ante la pregunta de uno de los accionistas.

En esta línea, la junta de accionistas también ha aprobado una reducción de capital social por un importe de 50 millones de euros, que se efectuará mediante la amortización de 50 millones de acciones propias de la sociedad. Esta no es la única reducción de capital social propuesta por Repsol, sino que el punto inmediatamente después contemplaba una reducción de capital social secundaria por un importe máximo de 132,73 millones de euros, equivalente al 10% del capital social de la compañía. Repsol también ha propuesto a sus accionistas este jueves la aprobación de tres nuevos ciclos adicionales del plan de compra de acciones por los beneficiarios de los Programas de Incentivo a Largo Plazo, con el visto bueno de la sala a todas las propuestas del orden del día.