El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha criticado que "considerar extraordinario un beneficio que se obtiene de un gran esfuerzo inversor y penalizarlo frente al que se dedica a importar productos de otros continentes sin crear un solo empleo industrial, es, además de injusto, incomprensible y perjudicial para la economía española”. Con esta frase, el CEO de la energética ha respondido a las críticas sobre los beneficios de las grandes empresas, especialmente banca y energéticas, conocidos en las últimas semanas. 

“El debate social sobre los beneficios empresariales hay que ponerlo en contexto. Los mensajes populistas solo sirven para dificultar la actividad empresarial, provocar desconfianza en los inversores, reducir la inversión y la actividad económica, disminuir la recaudación de impuestos y poner en riesgo el empleo industrial. Frente a estos mensajes, Repsol apuesta por un camino de responsabilidad con la sociedad”, defiende el consejero delegado sobre las críticas de Unidas Podemos a los beneficios históricos de la banca y de otras grandes empresas. 

Asimismo, Imaz apuesta por una transición energética en España y Europa "menos ideológica y más tecnológica". "Una transición que aborde cómo ser más sostenibles, pero también, cómo garantizar el suministro energético y una energía más barata y competitiva para los ciudadanos y empresas”, ha reclamado el segundo de Repsol en la presentación de resultados. 

Repsol ha cerrado el ejercicio 2022 con un beneficio de 4.251 millones de euros, un 70% más frente al año anterior, y ha anunciado una inversión histórica por más de 5.000 millones de euros para este 2023. El CEO de la compañía ha justificado en la presentación de resultados la mejora del beneficio de la multienergética: “Los altos precios energéticos que pagamos hoy no son solo consecuencia de la guerra de Ucrania. La escasez de productos energéticos ya existía antes. En Europa somos altamente dependientes de las importaciones porque los reguladores han preferido olvidar la necesidad de invertir en petróleo y gas y, también, en capacidad de refino”.

"Los precios altos no son caídos del cielo, son consecuencia de las incorrectas decisiones adoptadas en Europa"

Ante esto, ha reiterado su propuesta por una transición energética justa y sostenible, al igual que ha hecho el presidente de la compañía, Antonio Brufau, en los últimos meses. “Los precios energéticos se incrementan porque la demanda sube, a la vez que, contrario a lo que dictaría la lógica, se imponen dificultades a la producción de algunos productos energéticos. Los precios altos no son caídos del cielo, son consecuencia de las incorrectas decisiones adoptadas en Europa”, justifica. 

La mejora del beneficio de Repsol en 2022 le ha llevado a realizar la mayor contribución fiscal de la historia del grupo a las arcas públicas: más de 17.000 millones de euros. El 70% del total de los impuestos pagados por Repsol, alrededor de 12.000 millones de euros, han ido directamente a la hacienda pública española en el último ejercicio, dejando a la compañía como la empresa del Ibex 35 que más impuestos paga en España.

Repsol no ha anunciado, por el momento, su decisión sobre un posible recurso al impuesto del 1,2% a las grandes energéticas, aprobado por el Gobierno para reducir el impacto de la inflación en los consumidores. No obstante, tanto el CEO como el presidente de la compañía han lanzado sendos mensajes en contra en los últimos meses, desde la aprobación del Gobierno. "Es simplemente un impuesto encubierto que grava a las empresas por partida doble", criticaba ya en agosto de 2022 Josu Jon Imaz.