La Junta General de Accionistas de Repsol ha aprobado el dividendo de 0,33 euros brutos por acción, con cargos a los beneficios de 2021. Este dividendo, que se abonará el próximo 7 de julio, se sumará a la retribución de 0,30 euros brutos por acción pagada en enero. De esta manera, el dividendo en efectivo se ha mejorado un 5%, hasta alcanzar los 0,63 euros brutos por acción.

El Consejero Delegado, Josu Jon Imaz, ha valorado positivamente los resultados y el primer año de vigencia del Plan Estratégico 2021-2025. Ha asegurado que la remuneración total al accionista estará este año “claramente por encima del euro por acción, recuperando los niveles prepandemia”. El consejero se ha detenido en la retribución percibida por los accionistas y ha refrendado su compromiso de seguir ofreciendo un retribución “por encima de los compromisos establecidos en el Plan Estratégico”. “Nuestra política retributiva se encuentra entre las más atractivas de la bolsa española y de nuestro sector”, ha zanjado Imaz.

Los accionistas de la compañía también han confirmado con su voto la reducción de capital social y la delegación en el Consejo de Administración para poder reducir hasta un máximo de 152.739.605 acciones propias, que suponen un 10% del capital social, para tener una mayor flexibilidad. Dicha reducción se realizará mediante la amortización de 75 millones de acciones propias, que representan en torno a un 4,91% del capital social de Respsol a 31 de diciembre del pasado año. En esta línea, ha sido aprobado

Futuro sostenible

La compañía ha destacado su compromiso con el cambio climático, las energía renovables, la transición energética y la descarbonización. Par conseguir sus objetivos, la compañía cuenta con una senda de descarbonización que prevé reducir su Indicador de Carbono en un 15% en 2025, 28% en 2030 y 55% en 2040. Además, en ese periodo, Repsol ha anunciado que destinará un 35% de la inversión, 6.500 millones de euros, a proyectos bajos en carbono.

El consejero delegado ha puesto en valor que Repsol cuenta con un 40% del accionariado institucional que cumple los criterios ESG para combatir el cambio climático, destacándose del resto del sector que sitúa su media en el 17,5%. Por ello, el presidente de la compañía, Antonio Brufau, ha criticado la importación de gas procedente de Estados Unidos, donde gran parte de la extracción se realiza a través del fracking, técnica que se está prohibiendo en Europa.

“Debemos plantearnos si es realista fiar la recuperación de la crisis solo a la electrificación, sin tener en cuenta el papel que el gas natural y el petróleo tienen que jugar durante muchos años”, ha sentenciado.