Abengoa no ha podido hacer frente a sus problemas económicos y, a última hora del lunes, ha solicitado la declaración de concurso voluntario de acreedores. La compañía ha optado por esta opción ya que no ha logrado los consentimientos de los acreedores financieros para extender el plazo para el cierre y la ejecución del acuerdo de reestructuración.

La compañía sevillana así lo ha comunicado en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), asegurando que la decisión es "la más adecuada para salvaguardar los intereses de la sociedad y de todos los acreedores".

El plazo de cierre de la operación se ha ido extendiendo hasta el pasado 19 de febrero tras obtener los consentimientos necesarios en cada posible vencimiento. En paralelo, la energética ha trabajado en la búsqueda de posibles alternativas para sobreponerse a la no aportación de 20 millones de euros por la Junta de Andalucía.

El consejo de administración de la empresa ha señalado que cada vez existen "mayores dificultades para alcanzar una solución que satisfaga a todos los grupos de interés con posiciones, hasta ahora, enfrentadas". Así, recalcan su compromiso para “buscar alternativas” y evitar la inviabilidad de las filiales del grupo.

Preservar el empleo y minimizar la pérdida de valor

El objetivo de Abengoa es intentar preservar el empleo en la compañía y minimizar la pérdida de valor, para lo que la compañía ha solicitado "a todos aquellos que tienen interés en la sociedad y su grupo la máxima colaboración para tratar de evitar perjuicios definitivos".

Relacionado Abengoa entra en barrena dejando en el aire miles de empleos

El consejo de administración informaba ayer lunes que se iban a reunir de forma inmediata después de no haber conseguido el consentimiento para la extensión del plazo, y efectivamente lo hacían a última hora del día. El acuerdo de reestructuración ya ha quedado resuelto de forma automática, por lo que la operación de financiación ya no puede ser ejecutada.

Abengoa cuenta con 14.000 empleados, de los que alrededor de 3.000 están en España, y se prevé que el concurso de acreedores solo afecte a Abengoa SA, dejando a un lado a Abenewco, la filial más importante en cuanto a activos. Esta filial es la titular de los activos operativos de la compañía y es clave para el futuro de la líder de energías renovables sevillana.

El siguiente encuentro de Abengoa se celebra el próximo 4 de marzo, en el que los accionistas de la compañía han forzado una nueva junta de accionistas en la que prevén destituir al actual consejo de administración y nombrar a Clemente Fernández como presidente. De esta forma se pararía el plan de rescate y los accionistas actuales apenas tendrían participación en la nueva compañía.