El Tribunal de Cuentas ha detectado que casi 30.000 personas que figuran como fallecidos seguían cobrando una pensión en 2014 por un importe total de 25 millones mensuales, unos 300 millones de euros al año. En un informe de fiscalización el organismo encuentra una serie de “lagunas y deficiencias” en el control que ejerce la Seguridad Social sobre las defunciones de pensionistas y recomienda mejoras para que no se paguen prestaciones a personas muertas.

Cruce de datos con el INE

El Tribunal de Cuentas cruza el histórico de fallecimientos registrados entre 1987 y agosto de 2015 que consta en el Instituto Nacional de Estadística con la nómina de pensiones de diciembre de 2014. Y como resultado halla que “un total de 29.321 pensionistas que figuran como fallecidos según la información del INE”. La institución fiscalizadora también señala en su nota que el 95% de estos difuntos continuaban cobrando una pensión prácticamente un año más tarde, en octubre de 2015.

 Desacuerdo en la Seguridad Social

La Seguridad Social rebate el informe del Tribunal de Cuentas. El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) alega que ha ido caso por caso y que al cruzar los beneficiarios de la prestación y los datos de decesos del INE que blande el Tribunal surge la sorpresa: en la gran mayoría de los "presuntos pensionistas fallecidos" sólo coincide el número del Documento Nacional de Identidad. Ni el nombre, ni ningún otro dato. Es decir, sostiene que hay un error a la hora de registrar los DNI. "Parece altamente probable que el error en la identificación por DNI se encuentre en el fichero de defunciones o, en todo caso, que se trate de duplicidades", explica.

 La Seguridad Social considera que los resultados que ha obtenido el Tribunal respecto al control de los fallecidos deben ser “objeto de revisión”, porque considera que no se corresponden con la realidad.

 A estas críticas el Tribunal de Cuentas responde que las deficiencias se deben a la pobre información sobre defunciones que remiten al INSS tanto la Dirección General de los Registros y del Notariado como el Instituto Nacional de Estadística. Además, cuestiona los criterios del INSS a la hora de efectuar el cruce informático. 

 Cruce de datos con Justicia

 En sus alegaciones, el INSS señala que el sistema principal de detección de fallecimientos es el intercambio diario de información con Justicia, un sistema informático que funciona a pleno rendimiento desde 2014. Además, consideran que ahora este cruce diario con el registro de defunciones asegura un margen de error mínimo. Si acaso, este informe del Tribunal de Cuentas tan sólo representa "una foto de la época anterior", indican estas fuentes.

 No obstante, y dicho esto, a continuación, la Seguridad Social reconoce en sus alegaciones al Tribunal: "No es menos cierto que la labor de control y detección de fallecimientos de pensionistas sigue haciéndose (paralelamente) de forma manual y por diversas vías desde las propias Direcciones Provinciales del INSS".

 Respecto a los controles de vivencia sugeridos por el Tribunal de Cuentas, el INSS argumenta que existen más de 1,2 millones de pensionistas de más de 85 años y que la realización de un control presencial ocasionaría a este colectivo “graves perjuicios y daría lugar a suspensiones probablemente injustificadas” de la pensión, dado que muchos de ellos serían incapaces de comparecer o incluso ni siquiera tendrían conocimiento de tal exigencia.