Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, ha anunciado este miércoles que, durante la próxima semana, se iniciará una campaña de la Inspección de Trabajo para investigar los posibles fraudes de ley en relación con los contratos de tipo fijo-discontinuo. Además, la ministra ha recordado que “la reforma laboral ha incrementado las sanciones a 10.000 euros por cada trabajador y las ha individualizado”. Esto quiere decir que las empresas infractoras no solo pagarán sanciones mayores, sino que serán sancionadas por cada trabajador en fraude de ley.
La vicepresidenta ha anunciado esta nueva campaña de la Inspección durante la sesión de control al Gobierno en el Pleno del Congreso y en respuesta a una pregunta de la diputada del PP Carmen Navarro, quien ha acusado a la ministra de hacer de los contratos fijos-discontinuos los nuevos contratos temporales. Además, Navarro ha añadido que la reforma laboral “ni ha acabado con la temporalidad ni con la precariedad, las ha agravado. La fórmula de su contrarreforma laboral consiste en un cambio de nombre”.
Díaz ha reprochado a la diputada del PP que haya puesto en duda el carácter indefinido de los contratos fijos-discontinuos. “Aunque conozco que no es una especialista en derecho laboral, sí es jurista y debería de saber que un contrato fijo-discontinuo es de carácter indefinido”, ha señalado la ministra. "Puede repasar todos y cada uno de los manuales del Derecho del Trabajo de España, así como las 2.796 resoluciones que el Tribunal Supremo ha dictado sobre esta materia y le reto a que encuentre una sentencia que diga que ese contrato es de carácter temporal", ha zanjado Díaz.
La ministra ha subrayado que el contrato fijo-discontinuo está pensado para abordar la estacionalidad y ha señalado que lo que está haciendo el Gobierno con la reforma laboral es demostrar que las actividades estacionales pueden contar con contratos estables, a diferencia, ha remarcado Díaz, "de los trabajadores de usar y tirar" que promovía el Ejecutivo del PP en las campañas agrícolas y turísticas, donde se hacían "contratos por horas o, como mucho, por días".
