La deuda del conjunto de las Administraciones Públicas comienza el año 2023 con buen pie y, tras una caída de casi un punto, se sitúa en 1,489 billones de euros, según los datos publicados este viernes por el Banco de España. El descenso en términos relativos con respecto al mes anterior alcanza el 0,8%, aunque en comparación interanual la suma experimenta un aumento del 4,5% o, lo que es lo mismo, 64.705 millones más.

Por su parte, la ratio de deuda pública sobre PIB ha ido descendiendo en los últimos meses y se situó a final de 2022 en el entorno del 113,1%. No se conocen datos más recientes, pero este dato cerró el pasado curso por debajo del objetivo del Gobierno para todo el año (115,2%), de acuerdo con lo establecido por el Ejecutivo en el Plan de Estabilidad. El escenario planteado contempla un descenso progresivo del déficit que concluya con una ratio sobre el PIB del 109,7%.

La mejora es notable, ya que, si atendemos a los valores de diciembre de 2021, la ratio se situaba en el 118,3% en diciembre de 2021 y, tras algo más de un año marcado por la guerra de Ucrania, la crisis energética y la inversión pública más grande de la historia para dar respuesta a estas dos variables, la cuantía de la deuda ha crecido en valores absolutos, pero ha reducido notablemente su peso sobre el PIB (5,2 puntos menos).

El descenso de la deuda en enero respecto a final de año se debe, principalmente, a la notable caída del endeudamiento del Estado. También ha decrecido la deuda de las comunidades autónomas y corporaciones locales, mientras que la de la Seguridad Social se ha mantenido prácticamente en la misma cifra.

Los resultados sostienen el discurso mantenido por el Gobierno, que apunta a seguir desarrollando las estrategias planteadas en el Programa de Estabilidad 2022-2025, que busca un progresivo descenso del déficit a lo largo de los cuatro ejercicios hasta que la ratio deuda/PIB se sitúe en el 109,7% en 2025. Actualmente, el objetivo establecido para este curso (112,4%) se encuentra más cerca de lo esperado tras una reducción en 2022 que el Ejecutivo no preveía. Calviño atribuye la responsabilidad de esto, de igual manera que el crecimiento registrado por encima de las estimaciones, a la adopción de medidas para reducir la inflación, la implantación de una política fiscal justa y el diseño de medidas de auxilio para la familias y sectores económicos más vulnerables.   

Deuda por administraciones

El saldo de la deuda del Estado se elevó a 1,319 billones de euros, con un incremento interanual del 6,2%, pero un 0,9% inferior respecto al mes pasado. Mientras, para las Otras Unidades de la Administración Central el saldo fue de 44.000 millones, lo que representa una disminución del 9,8% respecto al dato del año anterior. Por su parte, el saldo de deuda de las Administraciones de Seguridad Social se situó en 106.000 millones, un 9,2% más que un año antes.

Respecto a las administraciones territoriales, la deuda de las Comunidades Autónomas creció hasta los 315.000 millones de euros en enero de 2023, con una variación interanual del 1,6% y una caída mensual del 0,5%, mientras que la deuda de las Corporaciones Locales se situó en 23.000 millones de euros en este mes, lo que supone un 3,3% más que el saldo registrado en enero de 2022, pero 253 millones menos que en diciembre. 

¿Qué es la deuda pública?

La deuda pública es el conjunto de valores de renta fija emitidos por un Estado o por los organismos públicos de este con el objetivo de financiar su actividad mediante deuda con otros estados o particulares. Las formas más conocidas de deuda pública son los bonos, las obligaciones o las letras del tesoro.

La deuda pública es una de las principales fuentes de financiación de las administraciones públicas de cara conseguir liquidez para llevar a cabo todos sus planes y objetivos. El estado y sus organismos son los encargados de emitirla a corto, medio o largo plazo (dependiendo cuáles sean su objetivo y sus necesidades) y, según quién la adquiera, podemos distinguir entre interna y externa. La primera hace referencia a las inversiones en deuda pública que hacen los inversores nacionales y la segunda hace referencia a particulares y estados extranjeros. 

Diferenciando ente tipos, la deuda a corto plazo son las conocidas como letras del tesoro, cuyo plazo de vencimiento es inferior a un año. Dentro de las de medio plazo se encuentran los bonos, cuya cobertura se destina a hacer frente a las principales actividades de los Estados. Por último, la deuda a largo plazo se utiliza en casos extraordinarios o para grandes inversiones. En cualquiera de los casos, el inversor que se decida a comprar deuda pública recibirá una serie de pagos en forma de intereses de la deuda.